El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Manuel Mandianes ha señalado que los mayas predijeron en su calendario que en 2012 se produciría alguna catástrofe pero, "en ningún momento se habla del fin del mundo".
El calendario maya "no se puede seguir de la misma manera en la que hoy los contemplamos" ya que "su forma de elaborarlo era proyectando para el futuro lo que habían vivido en el pasado. Siglos atrás, por la concordancia de planetas estrellas y otros astros, se habría producido alguna mala cosecha o pestes, por ello los mayas, adivinando que en 2012 probablemente se daría la misma confluencia, profetizaron que se produciría alguna catástrofe", ha explicado Mandianes.
El científico ha apuntado que "la preocupación fundamental de los mayas era la medida del tiempo" y "les obsesionaba de tal manera que fundaron su filosofía y su religión" a partir de él. "Prácticamente la totalidad de sus divinidades tenían que ver con algún periodo, algún ciclo del tiempo o alguna hora del día", ha destacado. Esta preocupación les llevó a estudiar "el origen del tiempo". En su anera rústica de llevar a cabo esta investigación, los mayas determinaron que "el tiempo era como el mito del eterno retorno", de modo que los periodos de tiempo se repetían por ciclo y los ciclos también se repetían".
Su 'modus operandi' era conocer lo más posible de los siglos pasados para, después proyectarlo de cara a adivinar el futuro", ha señalado Mandianes, que ha apuntado que llegaron a escribir lo que acontecería cuatro milenios más adelante que el tiempo que ellos estaban viviendo.
El investigado ha apuntado que es así como se "ha llegado a la profecía de que le mundo puede acabarse". "En realidad ellos no dijeron que sería el fin del mundo, los expertos actuales sobre el tema no lo determinaron así, sino que lo escrito alertaba de que acontecerían cosas importantes", ha apuntado Mandianes, para destacar que la idea del fin del mundo caló en la sociedad por otros canales. "Ha pasado lo mismo que cuando los adivinos y echadores de cartas dijeron que el fin del mundo sería en el año 2000, se propagó y no fue así", ha indicado. De hecho, para Mandianes, la pregunta que habría que hacerse ante un acontecimiento como este es "por qué la gente del año 2012, que es mucho más científica y vive en la era de la nuevas tecnologías y grandes telescopios, da tanta importancia a lo que dijeron unos sacerdotes mayas que no tenían los instrumentos que se tienen hoy en día".
A su juicio, la razón de que este tipo de profecía calen en la sociedad es "la filosofía de la postmodernidad". Mandianes ha indicado que el ser humano "ha dejado atrás, como consecuencia de los nuevos tiempos, una serie de creencias que le ha dejado un vacío de valores".
"Para llenar este vacío, el hombre se inventa fiestas, tradiciones, pero carece de una filosofía como la que se tenía hace siglos, basada en la religión, como también la tenían los mayas", ha apuntado el investigador, que añade que "cuando el hombre actual lee las profecías mayas carecen de la filosofía que ellos tenía sobre el tiempo y lo ponen en un contexto cultural y sociopolítico que es totalmente diferente".