Italia se encamina a la ingobernabilidad tras las elecciones generales, en las que se impuso en número de votos el centroizquierda, pero de las que sale un Senado sin una mayoría clara, con la remontada electoral lograda por la coalición de centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
En un recuento de votos ajustado, el peculiar sistema electoral italiano volvió ayer a ser protagonista como en los comicios de 2006, propiciando que, a pesar de no haber alcanzado más votos, Berlusconi consiga más escaños en el Senado y dificulte un Gobierno de centroizquierda.
Con una participación del 75,17 por ciento, inferior en 5,33 puntos a la de los comicios de 2008, las primeras elecciones generales celebradas en invierno en Italia ven la irrupción con fuerza de la antipolítica del cómico Beppe Grillo en el Parlamento, que se sitúa como el segundo partido en solitario más votado, y un balance que da la espalda al tecnócrata Mario Monti,
El ex comisario europeo de Competencia, tras trece meses de medidas de austeridad aplaudidas por Bruselas, no pasa del cuarto puesto y queda por debajo de las expectativas.
Con más del 90 por ciento de las secciones electorales escrutadas para el Senado, el centroizquierda de Pier Luigi Bersani, a quien todas las encuestas daban como ganador, se adjudicó la victoria en número y porcentaje de votos, con el 31,79 por ciento de los sufragios.
Por detrás, a no mucha distancia, quedó Berlusconi, quien, tras haber salido de la escena política después de dimitir en noviembre de 2011, regresó para encabezar la listas de su coalición en el Senado, permitiendo una recuperación del centroderecha en las encuestas que ha terminado confirmándose hoy, con el 30,57 por ciento de los votos en este hemiciclo.
En tercer lugar, el Movimiento 5 Estrellas de Grillo, con un 23,75 por ciento que es el segundo porcentaje mayor por sí solo de un partido, después del Partido Demócrata de Bersani, y en cuarto lugar Monti, con un 9,16 por ciento de los votos.
El resultado del Senado resulta clave por la peculiaridad de su sistema electoral, que da el premio de mayoría a la coalición vencedora en un reparto región por región, con territorios como el de Lombardía (norte), que aporta casi una cincuentena de senadores y habitual caladero de votos del centroderecha.
Con casi el 90 por ciento de las secciones electorales escrutadas, la coalición de Berlusconi se lleva el premio de mayoría de Lombardía, con un 37,8 por ciento de los votos, frente al 29,73 por ciento del centroizquierda de Bersani.
Este resultado, junto a los de otras regiones, arroja un escenario en el que, con un total de 315 miembros electos, el centroizquierda conseguiría 104 escaños en el Senado, frente a los 123 del centroderecha de Berlusconi, los 17 de Monti y los 57 de Grillo.