El Ejército de Corea del Norte ha incrementado a primera hora ayer sus actividades de movimiento de vehículos y tropas en sus instalaciones de misiles de medio y largo alcance, apenas horas después de poner en alerta máxima a su artillería tras detectar el vuelo de dos bombarderos invisibles de Estados Unidos.
"Ha habido un aumento drástico del movimiento de vehículos y soldados en sus instalaciones de misiles de medio y largo alcance", ha dicho una fuente militar a la agencia estatal surcoreana de noticias, Yonhap.
"El 26 de febrero se activó la preparación para el combate de estas unidades, por lo que existe la posibilidad de que disparen", ha agregado.
Durante la tarde del jueves, el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha ordenado a su artillería que se prepare para disparar contra bases de Estados Unidos en Corea del Sur y en el Pacífico tras la demostración de fuerza realizada por el Ejército estadounidense con el vuelo de dos bombarderos invisibles en territorio surcoreano, según ha informado el órgano portavoz del Gobierno norcoreano, la agencia oficial KCNA.
Tras una reunión inmediata con su Estado Mayor, Kim Jong Un "ha decidido que es hora de ajustar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos dada la situación actual", según la nota.
Así, el líder norcoreano "ha firmado finalmente el plan para iniciar los preparativos técnicos de los cohetes estratégicos, a los que ha ordenado que estén listos para disparar, con el objetivo de que puedan atacar en cualquier momento tanto a Estados Unidos como a sus bases y escenarios operativos en el Pacífico, entre ellos Hawaii y Guam, así como Corea del Sur".
Reacción
La reacción de Corea del Norte tiene lugar después de que el Ejército de Estados Unidos anunciara, de forma inusual dado el secretismo de estas misiones, que dos bombarderos invisibles B-2 habían sobrevolado territorio surcoreano tras despegar desde Estados Unidos, en lo que parece una demostración ante Pyongyang sobre su alcance y capacidad bélica. Ambos bombarderos tienen capacidad para transportar armas nucleares.
"La misión de dos bombarderos B-2 Spirit asignados al Ala de Bombardeo 509 (...) demuestra la capacidad de Estados Unidos para realizar ataques de precisión de largo alcance rápidamente y a voluntad", señala la misión militar estadounidense en Corea del Sur en un comunicado. Los bombarderos han sobrevolado la península tras un recorrido de unos 10.500 kilómetros desde su base en Missouri.