Cuarenta años después de la histórica visita del papa copto Shenouda III al Vaticano, el actual patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa de Egipto, Teodoro II, acudió ayer a la Tumba de Pedro para reunirse con el papa católico Francisco y ambos abogaron por la unidad de todos los cristianos.
"Estoy convencido de que bajo la guía del Espíritu Santo, nuestras perseverantes plegarias, el diálogo y la voluntad de construir día a día la comunión en un amor recíproco nos permitirán dar nuevos e importantes pasos hacia la plena unidad de los cristianos", afirmó Francisco en el discurso que dirigió a Teodoro II y al séquito que le acompaña en su visita a la Santa Sede.
Francisco añadió que es "consciente" de que el camino hacia la unidad es "tal vez, aún largo", pero subrayó que "no podemos olvidar el trayecto ya recorrido, que se ha concretado en luminosos momentos de unidad, entre ellos el encuentro en febrero del año 2000 en El Cairo entre Shenouda III y Juan Pablo II, durante su peregrinación durante el Gran Jubileo a los orígenes de nuestra fe".
Esta es la segunda vez en la historia que un papa de Alejandría y Patriarca de la Sede de San Marcos visita la sede de San Pedro, después de que en 1973 Shenouda III acudiera al Vaticano para reunirse con Pablo VI.
El papa Francisco, de 76 años, dijo a Teodoro II, de 60, que era para él una "momento de gracia y de gran alegría" acogerlo ante la tumba de San Pedro "con un abrazo de paz y de hermandad, tras siglos de recíproca lejanía".