Las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por milicianos del grupo chií libanés Hizbulá, lanzaron ayer una amplia ofensiva para recuperar el bastión rebelde de Al Quseir, coincidiendo con un nuevo rechazo del presidente Bachar al Asad a abandonar el poder.
Al Quseir, fronteriza con el Líbano y blanco desde hace días de los ataques de las tropas gubernamentales y los combatientes de Hizbulá, sufrió en esta jornada fuertes bombardeos y enfrentamientos entre este bando y los rebeldes que causaron más de cuarenta muertos.
El general rebelde Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS) en Al Quseir, explicó a Efe por teléfono que la fuerza combinada utilizó "todo tipo de misiles, aviones Mig y barriles de explosivos" para bombardear esta localidad.
"Tenemos pruebas y cadáveres de milicianos de Hizbulá con sus carnés de identidad en Al Quseir, que confirman que este grupo ha participado en la operación", afirmó el general.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó en un comunicado de renovados bombardeos con aviones y artillería pesada y situó la cifra de víctimas en 40 muertos, entre ellos tres mujeres y 21 combatientes rebeldes.
Por su parte, la Comisión General de la Revolución Siria elevó a 48 los fallecidos y a más de 450 los heridos, y detalló que un hospital de campaña se ha visto afectado por los bombardeos.
La versión oficial apuntó a que el ejército logró tomar el control del céntrico ayuntamiento de Al Quseir y continúa persiguiendo a los "terroristas", como se refieren las autoridades a la oposición armada.
Según la agencia estatal de noticias Sana, unidades de las Fuerzas Armadas restauraron la seguridad en el centro de Al Quseir y causaron "grandes pérdidas en las filas de los terroristas".
Sin embargo, los grupos de activistas negaron que las tropas gubernamentales controlen lugares clave de la ciudad y afirmaron que los combates persisten para frenar al ejército y los milicianos de Hizbulá.
La implicación del grupo Hizbulá en el conflicto sirio es denunciada desde hace meses por la oposición siria.