El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo ayer que Gibraltar "es, ha sido y será una prioridad nacional", aunque aseguró que no es el momento de hablar de soberanía, y señaló que las acciones por parte del Peñón han convertido "una chispa en un incendio importante".
García-Margallo compareció ayer ante la Comisión de Exteriores del Congreso para informar sobre el conflicto con el Reino Unido a cuenta de Gibraltar y defendió como legales los controles en la verja, a la vez que apeló al diálogo como base para que prevalezca la "amistad" entre España y el Reino Unido.
Asimismo, negó, ante las acusaciones de algunos grupos parlamentarios, que el Gobierno haya "sobreactuado" en este tema.
El PSOE y la mayoría de los grupos de la oposición en el Congreso pidieron en sus intervenciones al Gobierno que deje de hacer "ruido" y abra la vía del dialogo bilateral con el Reino Unido para superar la "anomalía histórica" que supone Gibraltar.
El jefe de la diplomacia española, que ha hecho un repaso histórico por el contencioso con Gibraltar que ya dura 300 años, ha repetido una frase que ya dijo este verano sobre su posición sobre el conflicto con la Roca: "Se acabó el recreo".
Con esta frase García-Margallo ha explicado la postura española respecto al Peñón, aunque ha dicho que no es este el momento de hablar de soberanía y ha especificado que llegado el momento de abordar este asunto requerirá "conversaciones a nivel de confidencialidad" y no "con luz y taquígrafos".
Ha señalado que no se tomará "ninguna decisión" en materia de soberanía "si no es previa deliberación y acuerdo" en la ONU -ha recordado las numerosas resoluciones que dan la razón a España en este litigio-, en el Tribunal de La Haya, en el de Derechos del Mar y en un tribunal formado ad hoc para ello.
Así, ha calificado de "error infinito" el Foro Tripartito que puso en marcha en 2004 el entonces titular de Exteriores, el socialista Miguel Ángel Moratinos, y, aunque ha dicho estar convencido de su "buena voluntad", ha considerado que "se equivocó". "Ofende a la dignidad nacional que Gibraltar tenga el mismo estatus que España", ha aseverado el ministro, quien ha dejado claro que este país no aceptará nunca "tres banderas".
Sí se ha mostrado partidario de estudiar la constitución de grupos ad hoc con Reino Unido en función de la materia como propuso el ministro de Exteriores, William Hague, a principios de 2013.
Y ha reiterado que en asuntos como la pesca y el medio ambiente España es partidaria de que participen tanto Gibraltar como la Junta de Andalucía.
Para García-Margallo, la ruptura del acuerdo de pesca por parte de Gibraltar, el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en aguas españolas y la "expansión territorial a costa de España" con la construcción de espigones hizo que este verano "la chispa se convirtiera en un incendio importante".
Ha apostado por abordar los temas relacionados con el medio ambiente y el modelo económico, basado "en la desregulación, la opacidad y la baja tributación", y ha citado también problemas como el blanqueo, el contrabando y la evasión fiscal.
Ha enumerado las empresas opacas existentes, las cifras de importación de tabaco, su régimen fiscal y el juego on line para, a continuación, señalar con ironía: "Bienvenida sea la felicidad ajena, pero no si es a costa nuestra".
Tras dejar claro que para España el Peñón es un "paraíso fiscal", el ministro ha señalado que seguirá evaluando ese régimen fiscal.
En los temas de medio ambiente, ha garantizado que se aceptará "cualquier decisión" que adopte la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia porque "la legalidad es el único marco en que España se mueve", en referencia a las denuncias que ya se han presentado.
El portavoz del PSOE, Juan Moscoso, ha instado al Gobierno a establecer un diálogo con el Reino Unido sobre soberanía y con Gibraltar para cerrar acuerdos concretos.
Tras mostrar el respaldo de su grupo, lo que no supone un "cheque en blanco", ha pedido al Ejecutivo "confianza, diálogo e impulso internacional" y "hacer menos ruido".
En su réplica, García-Margallo ha dejado claro que no se va a "rendir" en este contencioso con Gibraltar y ha rechazado que este asunto sea una "serpiente de verano" ante las acusaciones de algunos grupos parlamentarios ya que, ha explicado, España "no lanzó los bloques de hormigón" impidiendo faenar a los pescadores.
En cualquier caso, el titular de Exteriores ha aceptado las peticiones de "prudencia" que le han hecho grupos como CiU, pero ha garantizado que también habrá "firmeza".
En cuanto a la tasa de congestión que el Gobierno estudia implantar al cruzar la verja, ha explicado que se está analizando la compatibilidad con la ley nacional y la europea y que una vez resuelto esto se decidirá políticamente "si conviene o no".
El incidente en el debate de la Comisión ha venido de la mano del diputado de ERC Joan Tardà, quien ha pedido al Gobierno que respete el derecho a decidir en Cataluña y ha regalado a García-Margallo una camiseta amarilla símbolo de la jornada independentista de la Diada.