El extesorero del Partido Popular (PP) Alvaro Lapuerta, de 86 años, se negó ayer a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por el estado de salud en el que se encuentra y dijo que cuando mejore aportará los «datos» que tiene sobre la causa en la que se investiga la supuesta contabilidad B de la formación, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Lapuerta, que apenas estuvo 15 minutos ante el juez instructor, afirmó que dijo la verdad cuando el 7 de febrero aseguró en la Fiscalía Anticorrupción que la contabilidad del PP era completamente legal y no existía dinero negro.
El extesorero, que habría avalado la supuesta contabilidad B de los 'populares' según el testimonio que su sucesor, Luis Bárcenas, realizó en la Audiencia Nacional el pasado 15 de julio, también ha dicho que su enriquecimiento nunca ha sido «ilícito» y que el origen de su patrimonio es «visible y bien conocido». En concreto, ha detallado que proviene de la herencia de sus padres, de la operación que hizo en un periódico y de sus ingresos profesionales.
El compareciente, que está imputado junto a Bárcenas y ocho supuestos donantes del PP, dijo que no iba a declarar siguiendo el consejo de su mujer, sus hijos y su médico, y después de que le diagnostiacaran que sufre «secuelas vasculares» que se pueden agravar en situaciones de «tensión y fatiga» y cuando se ve obligado a «forzar la memoria».
Ayudado por unas notas que traía, Lapuerta señaló que ha experimentado una mejora física que le permite caminar ayudado de un bastón aunque también había sufrido «un bajón intelectual». «Mi abogado me ha recomendado no declarar porque no me entero bien», dijo, según fuentes presentes en la comparecencia.
Cuando afirmó que no se opone al procedimiento y que podría declarar cuando mejoren sus condiciones de salud, el juez instructor, Pablo Ruz, le recordó que éste podría ser su último interrogatorio en la fase de instrucción y que es probable que tenga que aguardar al juicio oral para declarar.