Los sindicatos presentes en la sede de Inspección de Trabajo, donde se estudia la viabilidad de la retirada de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) planteados por tres de las cuatro concesionarias de la limpieza viaria de Madrid, aseguraron que los trabajadores no volverán a su puesto hasta que las empresas acepten que no se produzca «ni un sólo despido».
Así lo explicó un portavoz de Comisiones Obreras, Félix Carrión, que indicó que no despedir trabajadores es «condición sine qua non para llegar a un acuerdo, y está vinculado al acuerdo del convenio colectivo del viernes». «Es decir, si no fuéramos capaces de llegar a un acuerdo aquí y las empresas plantearan despidos, todo lo que hicimos el viernes no serviría para nada», detalló.
En la misma línea se situó el sindicato CGT, cuyo portavoz, Francisco Javier Palacios, hizo hincapié en la complejidad de la negociación. «Nos hemos encontrado con tres problemas a la vez: el no cierre del convenio anterior, en el que nos debían más de mil euros por trabajador sólo en atrasos, que fue una de las cosas que sé cerró el viernes; el convenio como tal, en el que nos querían rebajar más del 20 por ciento en salarios y otro 20 o 25 por ciento en condiciones laborales de todo tipo; y los ERE», contabilizó.
Palacios manifestó además que la última propuesta de las empresas suponía «entre 325 y 350 despidos». «Pero además de eso pretendían que el resto de despidos los pagáramos con condiciones laborales de todo tipo», añadió.
CC.OO. anunció su intención de levantarse de la mesa de negociación de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) planteados por tres de las cuatro concesionarias de la limpieza viaria y jardinería de Madrid si no se retira la última propuesta de la patronal porque «hasta aquí se ha llegado».
La gota que colmó el vaso fue la propuesta de la patronal de crear un fondo con las pagas de los trabajadores. «Nos acaban de pasar la oferta por parte de la patronal y hasta aquí hemos llegado. Nos parece una puta tomadura de pelo», señaló el secretario general de la Federación de Actividades Diversas de CC.OO. Madrid, Jesús Belvís.
«Eso es una vergüenza. Hablamos de 1.500 familias y no vamos a permitir que nos sigan tomando el pelo después de que ayer nos congelaran cinco años el salario y después de ofrecer 30 días de ERTE. Ya está bien, se acabó», dijo.
Finalmente, CCOO volvió a la mesa de negociación.