Los inspectores de la troika -formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- constataron ayer lunes que España ha cumplido todas las condiciones impuestas por la UE a cambio del rescate bancario y que la liquidez y la solvencia de las entidades mejora, pero han pedido al Gobierno que siga vigilando «de cerca» la estabilidad del sector, que continúa amenazada por la crisis y la caída del precio de la vivienda.
La Comisión, el BCE y el FMI publicaron ayer en dos informes paralelos las conclusiones preliminares de su quinta visita a España, que tuvo lugar entre el 2 y el 13 de diciembre. Se trata de la última misión de la troika antes del fin del rescate bancario, que se cerrará oficialmente el 23 de enero de 2014 sin ningún tipo de prórroga o ayuda adicional. España ha utilizado 41.300 millones de euros de los 100.000 millones ofrecidos por el Eurogrupo para reestructurar la banca.
«El entorno económico general ha continuado pesando en el sector bancario, incluso si este impacto ha disminuido recientemente», avisan los inspectores. «La rentabilidad del sector bancario se verá afectada por tanto en los próximos años por los volúmenes todavía decrecientes de intermediación y por una continua presión en la calidad de los activos, también debido a la caída adicional de los precios de la vivienda, ya que el ajuste en el mercado inmobiliario se ha ralentizado pero todavía no se ha completado», subrayan los informes.
«Por ello, los supervisores y los legisladores deben seguir vigilando de cerca el funcionamiento y la estabilidad del sector bancario», reclaman los inspectores. «El diagnóstico continuo en profundidad de la resistencia a shocks y la solvencia del sector bancario español sigue siendo vital», subrayan, para garantizar una «preparación adecuada» de cara a la revisión de balances y a la nueva ronda de test de estrés que llevarán a cabo en los próximos meses el BCE y la Autoridad Bancaria Europea.
«En particular, legisladores y supervisores deben continuar prestando una estrecha atención a los bancos que en la actualidad son propiedad del FROB, para garantizar un modelo de negocios y una gobernanza adecuados para que estas entidades avancen», apuntan la Comisión y el BCE.
La troika reclama además al banco malo que gestiona los activos inmobiliarios de los bancos rescatados que continúe con sus esfuerzos para vender su cartera de viviendas con el objetivo de «maximizar sus resultados financieros y contribuir al adecuado funcionamiento del mercado inmobiliario de España en su conjunto».