El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha evitado hoy valorar si el caso de Jordi Pujol condiciona su reunión de mañana con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero, en todo caso, lo ha desvinculado de la consulta soberanista al afirmar que «aquí no se para nada».
«Quiero hacer notar que el país está por encima de cualquier persona, por importante que sea», por lo que «aquí no se para nada», ha afirmado hoy Mas en una comparecencia en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, a 24 horas de su reunión con Rajoy, de la que ha dicho que ya habría tiempo para hablar mañana.
Pero el presidente catalán, sin mencionar la consulta soberanista, ha subrayado que, pese al caso de Jordi Pujol, Cataluña «va hacia adelante» porque, a pesar de que puedan haber «debilidades», el país tiene «muchas fortalezas y una hoja de ruta que está definida y consensuada con mucha gente».
«Estas grandes fuerzas tienen que coger una energía renovada porque aquí no se para nada», ha enfatizado, en alusión a la consulta del 9 de noviembre.
En una comparecencia de urgencia y con semblante serio, Mas ha asegurado que desde el pasado viernes ha estado en conversaciones con Pujol y que el expresident ha puesto desde el primer momento todas las «facilidades».
«Es una persona -Jordi Pujol- que ha trabajado toda la vida para su país, al que quiere, y, más allá de errores que ha podido tener, como los tienen otras personas, él quiere seguir ayudando y una manera es poner las máximas facilidades» para que la «afectación sea la menor posible» ante los «retos gigantescos de las próximas semanas y meses», ha abundado el presidente catalán.
Mas ha admitido que el asunto de Jordi Pujol es uno de los procesos que más le ha «afectado» y que siente «pena» y «dolor», porque, ha dicho, el expresidente es «su padre político».
Preguntado por las iniciativas de grupos parlamentarios sobre la comisión de investigación específica o la petición de comparecencia de Jordi Pujol en el Parlament, Mas ha dicho que la Cámara catalana es «soberana» para decidir lo que quiera, aunque ha subrayado que el expresident pasa a ser «un ciudadano como cualquier otro».
También ha considerado que, ante eventuales peticiones de comparecencia en el Parlament, lo «lógico» es que la familia Pujol «priorice la declaración ante los tribunales».
En este sentido, Mas ha evitado comentar las actuaciones presuntamente irregulares cometidas por Jordi Pujol y su familia alegando que no debe «interferir» en un asunto «estrictamente familiar y personal» y en el que, además, hay «procesos judiciales por el medio».
El presidente de la Generalitat ha anunciado, igualmente, que el 5 de agosto, tras la última reunión del ejecutivo catalán antes de la pausa de verano, comparecerá él mismo para hacer balance de la actuación del Govern, porque «todo continua y va hacia adelante».