El gobierno traslada desde Mali a una cooperante española de Médicos sin Fronteras ante la sospecha de que pudiera tener ébola, según ha informado en una rueda de prensa en Moncloa el miembro del comité sobre el ébola,Fernando Simón. Se trata de una médico navarra que estaba poniendo una inyección a un enfermo de ébola y se pinchó accidentalmente con la aguja.
Simón, quien se puso al frente de la información sobre el ébola en España durante la crisis por el primer caso de esta enfermedad en España, el de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, ha precisado que no se trata de un contacto de alto riesgo y que no hay constancia de que la cooperante haya desarrollado la enfermedad.
Pero se le hará una cuarentena preventiva ya que ha estado en contacto con enfermos de ébola.
La cooperante de Médicos sin Fronteras trasladada a España es la cuarta persona que se repatría, bien a causa del ébola o por la sospecha de que pudieran desarrollar la enfermedad, después de los religiosos Miguel Pajares, que estaba en Liberia, Manuel García Viejo, en Sierra Leona y la monja Juliana Bonoha, que no estaba contagiada. Ambos religiosos fallecieron en el hospital Carlos III a causa de la enfermedad.
Como consecuencia de los cuidados a estos religiosos resultó contagiada la auxiliar de enfermería Teresa Romero, que el 6 de octubre se convirtió en la primera persona contagiada de la enfermedad fuera de África y también, el 5 de noviembre, en la primera que superaba esta enfermedad en España, ya que a partir de esa fecha quedó totalmente curada.
A últimas horas de la tarde del jueves se procedió al traslado de la cooperante desde Malí en un avión de la ONG Médicos sin Fronteras.
La mujer prestaba sus servicios en Bamako, Mali, uno de los puntos de incidencia de la enfermedad en África y donde el Ministerio de Asuntos Exteriores desaconsejaba cualquier viaje ante el riesgo de contagio.
Este jueves se contabilizaban en esa localidad maliense un total de 413 personas en observación, aunque el número de fallecimientos apenas asciende a unos pocos casos.
El ébola ha costado la vida a 5.420 personas, en su mayoría en África.