El PP garantiza y garantizará siempre que ni España ni la soberanía nacional van a ser troceadas y no van a aceptar que se cuestione la vigencia de la Constitución sin ningún fundamento, al tiempo que apuesta por afrontar las reformas que España necesita con «lealtad institucional».
El PP ha presentado este domingo el bloque «La España que queremos» de su programa electoral, en el que el partido desgrana sus principales propuestas en torno a la unidad de España, la corrupción, la amenaza del terrorismo yihadista con la garantía de la seguridad o la reforma electoral.
«La unidad en torno a la España de las autonomías y a la Constitución de las libertades y derechos permite superar los desafíos rupturistas con una responsabilidad clara e inequívoca», asegura el PP, que defiende el Estado de las autonomías oponiéndose «a las tentativas de dividir».
En su proyecto garantiza «una oferta de servicios públicos esenciales igual para todos los españoles», y destacan que incorporarán a la ley que regula el uso de la bandera y otros símbolos «las previsiones y mecanismos jurídicos que garanticen su estricto cumplimiento» y potenciarán la Conferencia de Presidentes como instrumento de cooperación para mejorar las relaciones intergubernamentales.
Este partido quiere una España «más fuerte, más unida, más próspera, más pujante, más segura, más libre, más justa, más social, más cohesionada y con más futuro», por lo que considera fundamental «seguir progresando juntos» y reafirma su compromiso con «una España en la que no hay muros entre compatriotas».
«España es hoy una gran nación porque hemos sabido construir unidad a partir de nuestras diferencias», subraya el PP, que defiende la vigencia de los valores constitucionales que «nos hacen libres e iguales en derechos y obligaciones» frente a los que «cuestionan» la democracia.
Al respecto, recalca que las reformas que España necesita deben afrontarse con lealtad institucional sin necesidad de rectificar el núcleo de las decisiones fundamentales adoptadas en el 78» y recuerdan que se ha demostrado la capacidad de «emprender una modernización sin precedentes dentro de los principios de la Transición».
Asimismo, consideran que el respeto a la esencia de la democracia, en especial en la representación a los ciudadanos más cercana, como es la local, demanda que la responsabilidad de gobernar sea asumida por el partido que recibe más votos.
Para profundizar en la calidad de la democracia, el PP requiere la contribución del Congreso y el Senado, al tiempo que muestra su compromiso con un «gobierno abierto» potenciando la participación de los ciudadanos para mejorar la toma de decisiones.
En relación al Congreso, el PP quiere una Cámara más cercana y participativa, con debates «más fluidos» y con «mecanismos para que los ciudadanos puedan sentirse representados» y con una web que «haga más sencilla la búsqueda de información y de datos» e introducirán nuevos elementos para «una mayor rendición de cuentas».
En cuanto al Senado, el PP lo impulsará «como espacio de concertación y cooperación de las comunidades entre sí y con el Estado» y seguirá defendiendo la búsqueda de consensos para avanzar en su configuración como un auténtico foro principal para debate de grandes cuestiones de naturaleza territorial.
El PP también quiere «reforzar el vínculo entre representantes y representados habilitando al efecto el acceso a través del portal de transparencia», impulsar la consulta pública electrónica a los ciudadanos y potenciar la reutilización de la información del sector público.