La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha explicado este viernes que cuando el líder del PSOE, Pedro Sánchez, admita que no es posible su acuerdo con Ciudadanos y Podemos, será cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intentará un acuerdo con él para evitar nuevas elecciones.
Por tanto, «en el momento en que las cosas caigan por su propio peso», algo que cree que «no tardará mucho» en ocurrir, será cuando Rajoy hará la llamada pendiente a Sánchez para ofrecerle un acuerdo de gobierno.
Es lo que ha expuesto la vicepresidenta en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros y en la que ha reiterado sus críticas a la «cerrazón» de Sánchez por no querer reunirse con Rajoy.
Para Sáenz de Santamaría, llama la atención la «contumacia en el error» de Sánchez por negarse a hablar con el PP, por mantener un acuerdo insuficiente con Ciudadanos y por seguir defendiendo que Podemos participe en un gobierno de cambio cuando lo primero que plantea es un referéndum para la autodeterminación de Catalunya y propuestas que cree contrarias a la senda del crecimiento económico.
No obstante, ha dudado de que Sánchez pueda hacer un reconocimiento público del fracaso de sus negociaciones.
«Pero como la realidad es muy tozuda, no me cabe duda de que habrá un momento en el que eso esté más o menos certificado por quien corresponda», ha añadido.
Lo que ha dejado claro es que no afectará a esa decisión la consulta a sus bases anunciada este viernes por el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
«Lo que salga de esa consulta no sé si servirá al señor Sánchez para certificar las dificultades de ese pacto. Pero el presidente no está en las consultas de partidos ajenos», ha añadido.
La vicepresidenta ha reiterado sus dudas respecto a que con esa insistencia en el error por parte de Sánchez pretenda «engañarse a sí mismo o engañar a los españoles».
«Pero el problema es que el tiempo va corriendo y nos encontramos en una situación muy parecida a la que había el 21 de diciembre», ha añadido.
Por eso, ha confiado en que Sánchez se dé cuenta de que la vía que pretende no va a ninguna parte porque «nada les une salvo el cemento de acabar con un gobierno que ha logrado el crecimiento y la creación de empleo».
En consecuencia, ha garantizado que cuando acaben esas conversaciones, Rajoy «estará ahí hasta el último día» para hablar con Sánchez si él quiere hacerlo, y ha pedido al líder de C's, Albert Rivera, que le aconseje verse con el presidente.
«Si el señor Sánchez no quiere que vuelva a haber elecciones -ha precisado-, tiene una única opción si a la vez quiere preservar el interés general de los españoles, la unidad de España y los principios de igualdad y solidaridad, que es atender la futura llamada de Rajoy y sentarse a hablar para un gobierno de coalición o de amplia mayoría».
Un gobierno que ha subrayado que debería formarse sobre la base de los cinco pactos de Estado presentados por el presidente del Gobierno aunque abiertos a una negociación de la que excluye derogar las medidas aprobadas en la última legislatura.
Al plantearle que la mañana de este viernes el portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, ya ha reconocido que es imposible el acuerdo a tres, la vicepresidenta ha señalado que debe «haberlo consultado con la almohada» porque esste jueves no decía eso.
Y ante sus críticas y las de Rivera al PP, señalando a este partido y a Rajoy como responsables de la posible repetición de los comicios, ha llamado la atención de que les hagan culpables del fracaso de la reunión de este jueves.
«Esto no es serio. Es de lo más estrambótico que he oído en política. Uno cuando fracasa, tiene que asumirlo», ha añadido.
La vicepresidenta ha aprovechado para pedir explicaciones a Sánchez sobre las conversaciones que ha tenido con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y con el líder de ERC, Oriol Junqueras, y para que aclare si está hablando sobre un posible referéndum en Catalunya.
Respecto a las voces que, en caso de repetición de elecciones, apuestan por que no haya una campaña al uso para evitar el gasto que supone, se ha limitado a señalar la voluntad de ahorro en todos los ámbitos por parte del Gobierno pero ha subrayado que debería haber para ello un gran acuerdo por parte de los grupos parlamentarios.