El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha quedado literalmente solo votando en contra de una enmienda que había pactado el PP con el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, a cambio de su apoyo a los presupuestos, aunque el voto del jefe del Ejecutivo no ha tenido consecuencias.
La enmienda, que contempla inversiones para vivienda pública en Canarias, ha salido adelante con 328 votos a favor, 19 abstenciones, y un único voto en contra, el de Rajoy, que ha encajado entre risas su equivocación.
Con cierta sorna han aplaudido el error de Rajoy desde la bancada de la oposición, aunque la alegría les ha durado poco, al menos a los socialistas, que han probado la misma medicina en la votación inmediatamente posterior.
Se votaba la enmienda de Nueva Canarias con número 5901 y ahí han sido los diputados del PSOE los que se han hecho un lío y unos han votado en contra y otros se han abstenido.
Ahí las risas y las chanzas han llegado desde los escaños del PP que aplaudían el error de los socialistas.
Tampoco el error del PSOE ha tenido ninguna consecuencia, porque la enmienda iba a ser rechazada de todas formas.
Por si fuera poco, a los pocos minutos se han roto las patas del escaño del diputado de Ciudadanos Toni Roldán, que ha acabado en el suelo, lo que ha obligado a interrumpir la votación durante unos minutos.