El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha instado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a «rectificar» su rumbo hacia el 1-O y lo ha acusado de «mentir, engañar y manipular» a los catalanes al denunciar que el Estado ha «suspendido de facto» el autogobierno de Cataluña.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Millo ha considerado «absolutamente falsa» la afirmación de Puigdemont de que el Estado ha impuesto en Cataluña un «estado de excepción de facto» y ha advertido de que «mentir» de esta manera es una «gravísima irresponsabilidad».
Millo ha recalcado que las competencias de la Generalitat «no han sido suspendidas» y que tanto el presidente como sus consellers mantienen sus funciones, por lo que ha exigido a Puigdemont que «sea honesto, diga la verdad y no mienta de esta manera».
Según Millo, la operación desplegada por la Guardia Civil contra los organizadores del referéndum, que se saldó con 14 detenciones y 41 registros, «no se puede calificar de represión», porque se realizó a instancias del «juez que investiga la posible comisión de un delito por la aplicación de una ley ilegal» sobre el referéndum, suspendido por el Tribunal Constitucional.
Millo ha puntualizado que «un referéndum conceptualmente no es ilegal», pero el 1-O fue «convocado en base a una ley y un decreto suspendidos», por lo que constituye «un acto ilegal y por lo tanto es un delito».
Aunque el Gobierno mantiene la «mano tendida para dialogar en busca de soluciones», Millo ha subrayado que este diálogo debe circunscribirse «dentro del marco legal vigente», y ha acusado a la Generalitat de situarse en la «radicalidad, la desobediencia y la rebeldía» al desplegar la «hoja de ruta de la CUP».