El Rey Felipe VI ha asegurado este viernes que Cataluña «es y será una parte esencial» de España, cuyas «legítimas instituciones democráticas» resolverán el «inaceptable intento de secesión» dentro del respeto a la Constitución.
Felipe VI ha reafirmado la fortaleza del Estado ante el desafío independentista durante su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.
El mensaje lo ha pronunciado en presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y de las tres máximas autoridades de la UE, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Eurocámara, Antonio Tajani, que han recogido el Premio a la Concordia concedido a la UE.
«Ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática. Ningún proyecto de progreso y libertad se sustenta en la desafección, ni en la división, siempre dolorosa y desgarradora de la sociedad, de las familias y de los amigos. Y ningún proyecto puede conducir al aislamiento o al empobrecimiento de un pueblo», ha advertido el Rey ante el plan independentista.
La intervención del jefe del Estado ha sido la primera desde el mensaje extraordinario que dirigió a los españoles el pasado 3 de octubre, dos días después de la votación ilegal, y llega en víspera de que el Gobierno apruebe la aplicación del artículo 155 para poner freno al proyecto de ruptura en Cataluña.
«España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional y lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas, dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria», ha proclamado don Felipe en su alocución.
Lejos de que el desafío independentista desgaje el país, el Rey ha garantizado que la España del siglo XXI, «de la que Cataluña es y será una parte esencial», debe basarse «en una suma leal y solidaria de esfuerzos, de sentimientos, de afectos y de proyectos».
Una suma, ha proseguido, que «siga alimentando nuestra vocación universal, nuestro legítimo orgullo de pertenecer a la gran realidad democrática que es Europa».
Don Felipe ha entablado un paralelismo entre el proyecto europeo y el de una España «cimentada en el deseo sincero de convivencia y de entendimiento, en el respeto de las normas y de las reglas de la democracia, en reconocer con grandeza y generosidad los errores del pasado para no caer de nuevo en ellos».
Apelando a lo que fue la Transición, el Rey ha subrayado que la democracia se cimentó en una España en la que todos los ciudadanos, al margen de su procedencia o ideología, tuviesen «la oportunidad de encontrar su lugar en paz y libertad, sin temores, ni miedos a la imposición, ni la arbitrariedad, alejados del rencor y las fracturas».
Una España «abierta y solidaria» en la que «pudieran reconocerse todos y cada uno de los españoles» y en la que los pueblos que la integran «viesen protegidas, reconocidas y respetadas sus lenguas, sus culturas, sus tradiciones y sus instituciones».
Incidiendo en el actual momento que vive el país, don Felipe ha exhortado a tener siempre presentes estos ideales, «como los que estuvieron en la razón de ser de la UE».
«Por eso Europa, la Unión Europa, forma parte del ser de esa España y transciende a los Estados con respeto a todas nuestras identidades y sensibilidades. Una Unión que dé respuesta a la modernidad, que indudablemente avanza hacia una mayor integración y convergencia. Ése es el signo de nuestros tiempos, del mundo en que vivimos», ha sostenido.
En la gala de los Premios que más carga política ha tenido de los últimos años, don Felipe ha remarcado que «los españoles no olvida, ni olvidarán», que la UE ha sido siempre una referente en el origen y la consolidación de la democracia.
Dirigiéndose a Juncker, Tajani y Tusk, a los que ha agradecido su presencia en el Teatro que simboliza el compromiso, el apoyo y la solidaridad de la instituciones europeas con el sistema constitucional español, les ha dicho que «pueden estar seguros» de que la UE encontrará en España «un país esencial de apoyo y lealtad ante los nuevos desafíos que juntos» se han de afrontar.
Un camino que debe recorrerse «acompañados de la razón, la palabra y el respeto a las reglas de convivencia» y de los tres principios europeos «indisociables», como son la democracia, los derechos fundamentales y el Estado de derecho, ha destacado el Monarca.
Ha admitido que en los tiempos «duros y difíciles» que se atraviesan, es necesario «más que nunca» reivindicar los principios democráticos en los que se sustenta la convivencia.
«Son tiempos para la responsabilidad. Nuestros ciudadanos lo merecen. Unos ciudadanos que desean convivir y progresar en paz y que diariamente ofrecen un ejemplo de sacrificio, entrega y compromiso con su país», ha concluido.
Además de Rajoy, a la ceremonia han asistido a la ceremonia varios ministros, el presidente de Asturias, Javier Fernández, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, mientras que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha ausentado.
Felipe VI ha dedicado la primera parte de su discurso a hablar de los Premios Princesa de Asturias y a reconocer, uno a uno, la trayectoria de los galardonados, de los que ha dicho sentirse «profundamente orgullosos».
No obstante, ha dedicado sus primeras palabras a expresar su solidaridad con Galicia, Asturias, Castilla y León y también Portugal después de los incendios sufridos en los últimos días.