Entre 28.000 y 30.000 policías y guardias civiles, según la Delegación del Gobierno -unos 100.000 según los convocantes-, han clamado en Madrid por la equiparación de sus sueldos con los de las policías autonómicas, en una manifestación que ya puede considerarse histórica en las fuerzas de seguridad del Estado.
Lo ha conseguido Jusapol, una asociación con apenas unos meses de vida, que, sin el paraguas de ninguna sigla, ha culminado ante la sede del Ministerio del Interior un calendario de movilizaciones con la esperanza y el convencimiento de que en la próxima semana haya una propuesta formal de equiparación por parte del Gobierno, según han dicho al final de la protesta.
Pero antes de lanzar el guante, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, lo ha recogido y antes de que empezara la marcha a las 11.30 horas, su departamento ha remitido un comunicado para asegurar que esa equiparación ya tiene fecha de comienzo: los presupuestos de 2018.
Zoido ha reconocido que esta demanda, con tres décadas de antigüedad, es justa. «Lo que piden nuestros policías y guardias civiles es una causa justa, porque, sencillamente, se lo merecen. Gracias a ellos, España es uno de los países más seguros del mundo», ha dicho.
Y aunque no se han visto por la cabecera de la manifestación dirigentes del PP ni del PSOE, el coordinador general de los populares, Fernando Martínez-Maillo, ha aprovechado un acto de partido para ratificar las palabras del ministro.
Algunas pancartas de los manifestantes -la mayoría agentes jóvenes y muchos acompañados de sus parejas- han recordado la antigüedad de esa demanda con las fotos del que fuera ministro del Interior con el PSOE José Luis Corcuera y la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ponían fecha a las promesas de equiparación que aún no se han cumplido: 1988 y 2009.
Pendientes de que se materialice en los presupuestos ese acercamiento a los sueldos de los Mossos d'Esquadra, de la Ertzaintza y de la Policía Foral de Navarra, Jusapol, como ha indicado su presidente, Natan Espinosa, ha puesto números a la equiparación: 1.500 millones de euros en tres años, es decir 500 en cada ejercicio.
La marcha ha comenzado en una abarrotada Puerta del Sol y ha llegado hasta el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana, en un recorrido que ha pasado por lugares prácticamente prohibidos para otras protestas, como la Carrera de San Jerónimo a la altura del Congreso de los Diputados.
Muy pocas consignas, pero muy coreadas, se han oído durante la marcha, plagada de banderas españolas. «Jusapol» y «Mismo trabajo, mismo salario» han sido las consignas.
Han encabezado la marcha sendas pancartas con la leyenda «Equiparación ya. Justicia salarial», que ha seguido a la cabeza tractora de un camión pintado con los colores y la simbología propia de la Policía Nacional.
Y tras esa pancarta, algunos líderes políticos, como la eurodiputada de Ciudadanos Beatriz Becerra; el secretario general de este grupo en el Congreso, Miguel Gutiérrez, o la concejal de este partido en el Ayuntamiento de Madrid Begoña Villacís, así como el parlamentario de Podemos y ex guardia civil Juan Antonio Delgado y representantes de Vox y de UPyD.
Gutiérrez ha llegado a condicionar su apoyo a los presupuestos a que incluyan partidas para la equiparación salarial, ha tildado de «perezoso» al Gobierno actual, que lleva desde 2009 prometiendo esa igualdad, en tanto que Becerra ha lamentado que los policías españoles sean los más pobres de Europa.
Delgado, por su parte, ha reprochado al Gobierno que no cumpla sus promesas electorales, ha cifrado en 900 euros la diferencia salarial que habría que acortar y ha justificado la amplia repercusión de la convocatoria en el «hartazgo» de los agentes.
La manifestación ha transcurrido de forma pacífica y al final de la misma, frente al Ministerio, la mujer de un sargento de la Guardia Civil, como representante de las familias no se ha resistido a contraponer la «huida» del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont a Bélgica con la actitud de policías y guardias, que se quedan para defender la unidad de España.
«No pedimos ningún regalo, ni capricho ni recompensa. Es un derecho», ha subrayado esta mujer antes de que el abogado de Jusapol y el presidente de la asociación cerraran el acto reiterando esta vieja reivindicación, escenificada en dos cadáveres ataviados con los uniformes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil sentados en sendas sillas de ruedas.