El Gobierno ha calificado de «injustos y mezquinos» los desplantes al Rey Felipe VI anunciados por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, en la inauguración del Mobile World Congress (MWC), y ha advertido que ponen en riesgo que Barcelona «pueda seguir albergando en el futuro un evento global de tanta importancia».
Así lo han indicado fuentes del Ejecutivo, que han subrayado que el Gobierno deplora la actitud «irresponsable y sectaria» de estos representantes públicos catalanes.
El Gobierno ha afirmado que acompañará al jefe del Estado durante su estancia en Barcelona con motivo de este evento internacional. «La presencia del Rey en Barcelona simboliza el apoyo de la Corona y del conjunto de España al MWC, y por extensión, al desarrollo y pujanza de la economía catalana», sostienen las mismas fuentes.
El Ejecutivo avisa que Barcelona «se juega mucho estos días» porque «todos los ojos estarán puestos» en el MWC, un evento en el que cargos institucionales catalanes y del Gobierno «deberían estar unidos y trabajando juntos».
En la edición del MWC de 2017 visitaron la feria 108.000 personas de 208 países; participaron más de 2.300 empresas expositoras. El impacto económico del año pasado se ha cifrado en 465 millones de euros generando más de 13.000 empleos durante los días de la feria, así como las jornadas previas, según recuerdan desde la Moncloa.
«El MWC deja un importante impacto tecnológico y de generación de nuevos proyectos de negocio en Barcelona, Catalunya y en todo España que debemos apoyar e impulsar desde todas las instituciones», concluye el Ejecutivo.