El humorista Dani Mateo ha aceptado la invitación del alcalde de Valencia, Joan Ribó, para representar en el Palau de la Música su espectáculo cancelado en un teatro de la ciudad ante las presiones de grupos de extrema derecha a raíz de una parodia donde se sonaba con la bandera nacional.
El colaborador del programa «El Intermedio» (La Sexta) ha publicado en su cuenta de Twitter: «Agradecidas y emocionadas, solamente podemos decir que ALLÍ ESTAREMOS! Y que sepa toda la gente que actuaremos gratis. Porque hay que celebrar la risa!».
Ribó ofreció el Palau de la Música a Dani Mateo para representar el espectáculo de humor «Nunca os olvidaremos», que protagoniza junto a Raúl Cimas y José Juan Vaquero, después de que el Teatro Olympia cancelara las actuaciones del 23 y 24 de noviembre.
La cancelación se produjo después de que el partido de ultraderecha España 2000 anunciara una concentración en la puerta del teatro en sus redes sociales y de que la dirección del teatro recibiera numerosas amenazas telefónicas y a través de redes sociales.
«La defensa de la libertad de expresión merece que un recinto de la altura del Palau de la Música esté a disposición para acoger tu actuación. Es una invitación formal para que actúes en Valencia y que cada cual decida libremente si acude o no», escribió Ribó en Twitter.
Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien ya mostró ayer públicamente su apoyo a Mateo, ha escrito este viernes en las redes: «Desde las instituciones valencianas lo que hemos hecho es dejar clara nuestra posición frente a la intolerancia. No podemos permitir que la extrema derecha marque nuestra agenda cultural».
Alguien ha sacado a colación el tema de los deshaucios demagogicamente para tratar de defender a ese individuo. Es irónico, porque al parecer ese alguien ignora que el tal Daniel Mateo posee dos viviendas registradas a nombre de una sociedad patrimonial para no pagar el IRPF. Al tipo ese le importa un bledo si tú tienes problemas para llegar a fin de mes o encontrar vivienda. Él vive como un marajá y es un caradura, como todos los de su cuerda. La próxima vez que quiera hacerse el gracioso, que vaya a la plaza de san jaime de Barcelona a limpiarse el trasero con la estelada. A ver que tal.