Familiares, amigos y vecinos han dado el último adiós a Julen, el pequeño de dos años encontrado muerto en el pozo de Totalán (Málaga) en el que cayó el pasado 13 de enero. Así, el acto religioso ha sido pasadas las 12.30 horas y, posteriormente, ha tenido lugar la inhumación en el cementerio de la barriada malagueña de El Palo, para el que la familia pidió respeto e intimidad.
Una multitud de personas, incluidos los bomberos que han participado en el rescate, se ha congregado para despedir y dar el último adiós al pequeño y mostrar apoyo a la familia.
El féretro de Julen llegó este pasado sábado al tanatorio del cementerio de la barriada malagueña de El Palo, donde se ha velado al pequeño, y donde este domingo, en las puertas, se han congregado centenares de personas para despedirlo y arropar a la familia, rompiendo el silencio en el lugar con aplausos.
Este domingo se cumple el segundo día de luto oficial en Málaga capital, donde en el distrito Málaga-Este reside la familia; al igual que también se cumple en Totalán, lugar en el que sucedieron los hechos.
El rescate de Julen, en el que han colaborado desde el primer día un operativo de más de 300 efectivos que han trabajado por turnos, se ha sucedido desde que el pasado 13 de enero se recibiera el aviso de caída de un menor por un agujero de 25 centímetros de diámetro y de gran profundidad en la zona conocida como Dolmen del Cerro de la Corona de esta localidad malagueña.
El niño, que estaba con unos familiares en una finca, cayó en un orificio de prospección para buscar agua de pequeño diámetro pero gran profundidad. Desde entonces se activó un operativo para rescatarlo formado por efectivos de distintos cuerpos que han estado trabajando en el lugar día, tarde y noche sin descanso y haciendo frente a las grandes dificultades técnicas que se han ido encontrando, especialmente por la dureza del terreno.
En la madrugada de este sábado, a las 01.25 horas se halló el cuerpo sin vida de Julen, que, según informó el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, se topó con tierra tras una caída libre de 71 metros. Durante 13 días se ha desarrollado una «misión colosal y sin precedentes» encaminada a llegar «lo antes posible pero con delicadeza» al pequeño, que este domingo ha recibido sepultura en la más estricta intimidad.