El juicio por el proceso independentista en Catalunya ha comenzado a celebrarse este martes en el Tribunal Supremo poco después de las 10 de la mañana con los doce encausados sentados juntos en el banquillo situado frente a los siete magistrados que juzgarán la causa, renunciando de este modo a la prerrogativa que se les concedió de asistir a las sesiones sentados junto a sus letrados.
El único que lleva lazo amarillo es el exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez, mientras que los exconsellers llevan un pin institucional de su condición de miembros del Govern.
El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha iniciado la vista advirtiendo, y citando jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que cada uno de los abogados dispondrá de una media hora para exponer sus alegatos previos.
El juicio ha comenzado pasadas las diez y veinte de la mañana, con cierto retraso debido al tiempo que ha sido necesario para dotar de la preceptiva acreditación a la casi veintena de abogados, a los familiares que acompañan a los líderes independentistas encausados, al público y a los centenares de periodistas acreditados para este juicio, que hacían ya cola minutos antes de la hora de apertura del palacio de justicia a las 8 de la mañana.
Tras las advertencias de Marchena, la letrada judicial ha procedido a leer un resumen del escrito de la Fiscalía detallando qué delitos se imputan a cada uno de los encausados.