La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, ha insistido este martes en su negativa a apoyar un gobierno socialista de Pedro Sánchez y ha quitado hierro a la crisis interna que vive el partido, con la dimisión del exportavoz económico Toni Roldán, asegurando que son los críticos quienes han cambiado su criterio con respecto al mensaje electoral de Ciudadanos, que prometió que no haría presidente a Sánchez.
En una entrevista en Antena3, recogida por Europa Press, Arrimadas ha minimizado el conflicto vivido en el seno de Ciudadanos a cuenta de la política de pactos, entendiendo que «ojalá las crisis fueran por mantener la misma posición». Así ha recordado que el veto al PSOE de Sánchez salió con unanimidad antes de las elecciones, también con el apoyo de Roldán, y otros críticos como los eurodiputados Luis Garicano y Javier Nart, o el dirigente en Castilla y León, Francisco Igea.
«Hay cuatro personas de una ejecutiva de más de 30 que quieren hacer a Sánchez presidente. En este partido se habla, se debate, se vota y podemos discrepar, pero a Roldán le deseo lo mejor», ha asegurado. Roldán anunció que dejaba su escaño y sus cargos orgánicos por sus discrepancias con Albert Rivera, mientras que Garicano forzó una votación en el seno de la ejecutiva para «revisar la estrategia del partido en relación con la investidura y abrir una vía de negociación con Sánchez» que cosechó cuatro votos a favor y tres abstenciones, de un total de 35 miembros.
«Han pasado cosas que refuerzan la posición que tiene Ciudadanos», ha asegurado al ser preguntada por la decisión de Roldán de abandonar el partido por su 'no' a Sánchez. Para la portavoz parlamentaria de Ciudadanos hay «otros partidos que se pueden abstener», en referencia al PP.
En este sentido, Arrimadas cree que los pactos «de la infamia» del PSOE en municipios de Cataluña o en la Comunidad Valenciana, Baleares y Navarra, con formaciones nacionalistas, imposibilitan un cambio de criterio y fortalecen el veto a Sánchez.
A su juicio, el líder del PSOE está esperando a cerrar los pactos en las comunidades para abordar un pacto de investidura con el independentismo y Podemos. En este sentido, reclama que Ciudadanos ha demostrado ser capaz de alcanzar acuerdos de investidura y de Presupuestos, pero el pacto ahora con el PSOE supondría «blanquear» a Sánchez. Así, aduce que hay un «antes y un después» tras el 1 de octubre en Cataluña y de que el presidente del Gobierno llegara a la Moncloa con los votos de los separatistas.
Por ello, la dirigente de Ciudadanos ha criticado el «teatrillo» y las «lecciones de moral» provenientes del PSOE, ante la crisis en Ciudadanos, y le ha espetado que «sentido de Estado» también tienen quienes no quieren hacer presidente a Sánchez. Y ha respondido a la petición del secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, de que Ciudadanos reflexione, contestando que «cuantos pactos hacen falta como en Navarra, listas conjuntas con ERC, o dar municipios al independentismo» para que se vea que los socios de Sánchez son los nacionalistas.
«El teatrillo lo entiendo, estarán salivando, pero no engañan a nadie», ha afirmado Arrimadas, al tiempo que ha añadido que el partido recibiría muchas «presiones» si girara su posición y facilitara el gobierno al PSOE. «¿Se cree que desaparecerían las críticas o la presión?, aparte de que seríamos inconsistentes con nuestra palabra», ha señalado.
Arrimadas ha defendido su trayectoria en Cataluña para recalcar que no está en política para «defender lo fácil» sino para defender «lo mejor». «Llevar a Sánchez a la Moncloa no es bueno para España, respeto a quienes de buena fe creen que lo mejor es hacer presidente a Sánchez, pero también respeto igualemente a los que no lo creen así», ha indicado.
Según su punto de vista, éstos tienen «tanto sentido de Estado» como los que quieren que Sánchez sea presidente. «Ante estas lecciones de moral, voy a dar voz a los que quieren que nos mantengamos firmes», ha señalado.
Sobre las diferencias que se vivieron en la reunión de la Ejecutiva de Ciudadanos en la reunión de este lunes, y un enfrentamiento entre ella y Garicano, a cuenta de la Alcaldía de Barcelona, la portavoz 'naranja' ha espetado que le parece un error la posición que defendió Manuel Valls, exprimer ministro francés respaldado por Ciudadanos, al «regalarle» el bastón de mando a Ada Colau sin condiciones.
Arrimadas critica que Valls presentó una «falsa dicotomía», señalando que había que elegir entre Colau o el candidato de ERC, Ernest Maragall. «Todas las opciones alternativas, como que Collboni (PSC) fuera alcalde, o fuera otro candidato de la lista de Podemos muchísimo menos radical. O que fuera Colau pero con muchas condiciones, se frustraron», ha lamentado.
«Es una falsa dicotomía decir que solo había dos opciones. Había otras opciones, los concejales constitucionalistas sumábamos más», ha insistido, reclamando que se tenía que haber forzado una negociación sobre el Consistorio barcelonés.