La diputada de Podemos en La Rioja Raquel Romero ha mantenido su bloqueo y ha truncado, con su voto en contra, la investidura en segunda votación de la candidata socialista a la Presidencia del Gobierno riojano, Concha Andreu, que no ha logrado la mayoría simple del Parlamento regional.
Andreu ha contado con 16 votos a favor -15 del PSOE y uno de la diputada de Unidas Podemos (UP) por IU, Henar Moreno- y 17 en contra -12 del PP, 4 de Ciudadanos y el de Romero, parlamentaria de UP por Podemos.
Romero, el pasado día 16, también bloqueó que Andreu fuese investida en una primera votación, en la que necesitaba la mayoría absoluta; y las reuniones mantenidas durante las últimas horas entre PSOE y UP no han fructificado, dado que los socialistas no aceptan la petición de la coalición de formar parte del Consejo de Gobierno.
Ahora se abre un plazo de dos meses para que la candidata busque la confianza del Parlamento riojano para una nueva votación y, si no lo consigue, la Cámara se disolverá automáticamente y se convocarán nuevas elecciones autonómicas.
En su intervención en el pleno, Andreu ha asegurado que seguirá intentando lograr la investidura «hasta el límite de nuestras posibilidades», al no contemplar una repetición de las elecciones.
Ha pedido a Romero que le diera su voto afirmativo y que pusieran «de nuevo el reloj a cero, evacuemos a la derecha del poder y comencemos a gobernar», en referencia a que el PP ha gobernado en La Rioja durante los últimos 24 años.
«He de decir que las negociaciones han sido fructíferas y que estoy convencida que en las próximas semanas llegarán a buen puerto», ha subrayado, ya que «todos queremos la mejor para nuestra tierra, buscamos lo mejor para nuestra sociedad y, simplemente, nos queda coincidir en la mejor fórmula para lograrlo».
Andreu ha recibido el aplauso de los diputados del Grupo Socialista en pie al inicio y al final de su intervención y de una gran parte del público, entre los que figuraba el secretario de área de Política Federal del PSOE, Patxi López, quien no ha hecho declaraciones a los periodistas.
Sin embargo, la intervención de Romero ha recibido varios abucheos y protestas por parte de la bancada socialista y de los asistentes como público, quienes le han gritado «fuera, fuera, escucha a tus votantes».
La diputada de Podemos ha lamentado que Andreu haya decidido someter su investidura «a la voluntad de Pedro Sánchez y no a la del Parlamento de La Rioja» y ha recalcado que «el PSOE riojano es una sucursal de Ferraz, que quisiera que el Gobierno de La Rioja fuera una sucursal de la Moncloa».
Romero también ha lamentado que los socialistas quieran el voto de Podemos, pero no su presencia, su trabajo y su compromiso en el Consejo de Gobierno, que es lo que la formación morada desea, «no una, ni dos, ni tres consejerías».
«Han suspendido junio y la reválida de julio, les queda septiembre. Toménse unos días, recapaciten, estudien, dejen el teatro, póngase a trabajar y vengan con los deberes hechos. Eviten unas elecciones, trabajen por La Rioja», ha recomendado a los socialistas.
El portavoz parlamentario socialista, Raúl Díaz, ha censurado que Romero, hasta este miércoles, no se sentó ni una sola mesa de negociación con el PSOE, «por lo que su capacidad negociadora se puede resumir con un chiste: ¿qué hace un señor de Guadalajara, uno de Cuenca y otro de Ciudad Real merodeando por el Parlamento de La Rioja?», en alusión al equipo manchego de Podemos que negocia en Logroño.
Por su parte, el portavoz del grupo popular, Jesús Ángel Garrido, ha subrayado que «La Rioja no se merece un Gobierno sectario, radical y de extrema izquierda»; y ha avanzado que el actual Ejecutivo regional del PP en funciones «evitará que La Rioja se pare».
Su homólogo de Ciudadanos, Pablo Baena, ha acusado a Andreu de tener la «culpa» de esta situación, por lo que le ha exigido que «asuma las consecuencias, ha tenido dos meses para negociar y, a última hora, de mala manera, intenta firmar un mal acuerdo, es vergonzoso».
La diputada de IU, Henar Moreno, ha recordado a Podemos que es el partido que «dijo representar» a las miles de personas que «tomaron las calles y las plazas», a quienes ha «traicionado».