El PSOE está dispuesto a ofrecer al PP y a Ciudadanos cuatro de los nueve puestos en la nueva Mesa del Congreso de los Diputados a cambio de que ayuden a excluir a Vox del órgano rector de la Cámara Baja.
Tanto el PSOE como Unidas Podemos han anunciado su predisposición a trabajar conjuntamente para lograr que Vox quede fuera de la Mesa del Congreso que se elegirá el próximo 3 de diciembre al constituirse la Cámara. En la pasada legislatura, ambas formaciones ya buscaron aislar al partido que tachan de ultraderecha promoviendo su ubicación en el 'gallinero' del hemiciclo y su exclusión de los órganos de gobierno de la Cámara.
Pero ahora los de Santiago Abascal suman 52 diputados y son el tercer grupo parlamentario de la Cámara, por lo que excluirles requiere aunar a buena parte de las formaciones nacionalistas e independentistas, o bien la complicidad del PP.
La intención de los socialistas es hablar en los próximos días con todas las fuerzas parlamentarias para comprobar su disposición para llevar ese 'cordón sanitario' a Vox a la Mesa del Congreso, y de entrada el PNV ya ha anunciado públicamente su disposición a sumarse a la operación.
No obstante, el PSOE y Unidas Podemos van a intentar buscar la colaboración de PP y Ciudadanos, con los que vienen compartiendo el órgano rector desde enero de 2016. Eso sí, socialistas y 'morados' no piensan renunciar a contar con la mayoría en la Mesa, lo que supone asegurarse la Presidencia y reservarse cinco de los nueve puestos.
Según aseguran fuentes de la dirección del PSOE, lo que pueden ofrecer es asegurar al PP y Ciudadanos los cuatro puestos restantes si ayudan a vetar a Vox. Ahora bien, dada la composición actual de la Cámara, ese reparto sería tres asientos para los populares y uno para el partido naranja, que sólo cuenta con 10 diputados en esta nueva legislatura.
Los socialistas aún no han mantenido un contacto oficial con el PP sobre el reparto de los sillones de la Mesa del Congreso, pero el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ya ha asegurado que no va a participar en ningún cordón sanitario a Vox. Votándose a sí mismos, los populares tienen aseguradas una Vicepresidencia y una Secretaría en la Mesa, pero para asegurar la entrada de otro representante del PP y uno de Ciudadanos se necesitaría apoyo de otras fuerzas.
En caso de que el PP no colabore, el PSOE no descarta la otra vía, que es la de reunir a todas las formaciones nacionalistas y regionalistas para dejar a Vox fuera de la Mesa, aunque implicaría negociaciones y podría suponer apoyar la entrada en el órgano de la cámara de nuevas formaciones con menor representatividad que el partido de Abascal, como el PNV o ERC.
Tanto las cuatro Vicepresidencias como las cuatro Secretarías se eligen en sendas votaciones secretas mediante papeleta en urna, por lo que, para superar a los 52 votos de Vox hay que reunir al menos 160 votos si no median alianzas entre formaciones.
El precio se encarece a casi 200 votos si, como se prevé, los partidos de la coalición de gobierno quieren reservarse la Vicepresidencia Primera de la Cámara, ya que eso les exigiría que su primer candidato sumase al menos 92 votos para superar al PP, más los 106 que habría que reunir para impedir que Vox accediese a los otros dos puestos.