Las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea son un gran vehículo para la comunicación entre personas y para estar informados durante el confinamiento provocado por el estado de alarma, pero también se han convertido en una fuente inagotable de bulos. Resulta fundamental atender a las recomendaciones de organismos a través de cuentas oficiales o verificadas y no considerar como reales todas las informaciones que pueden llegar a través de diferentes vías. Del mismo modo tampoco suma propagar o difundir mensajes o imágenes sin conocer si son falsas.
El Ministerio de Sanidad ha tenido que salir al paso a los comentarios que afirmaban que el ibuprofeno era perjudicial. No hay ningún dato actualmente que permita afirmar un agravamiento de la infección por COVID-19 con el ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos, por lo que no hay razones para que los pacientes que estén en tratamiento crónico los interrumpan.
Multitud de estos bulos han sido reunidos en la cuenta @malditobulo en la que se dan a conocer las diferentes informaciones falsas que han circulado y cómo se ha contrastado el engaño. También ofrece una guía de consejos para reconocer las noticias reales sobre la falsas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha rechazado un informe publicado en medios de comunicación británicos que señalaba que la agencia de la ONU había vinculado el Covid-19 con el dinero en efectivo.
Circulan también recomendaciones sobre alimentos que pueden ayudar a prevenir la enfermedad o incluso librarse de ella. Ni tomar bebidas calientes previene la infección por coronavirus y tampoco lo hace el limón, ni el ajo ni tampoco aplicarse aceite de sésamo en la piel.
Se han popularizado y extendido múltiples audios, en especial, a través de whatsapp que expresan situaciones muy graves en centros hospitalarios en todo el país. Uno de los bulos que ha contado con mayor difusión se atribuía al jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), que ha tenido que desmentir las informaciones.
En estos momentos en los que muchos ciudadanos tienen en los móviles su ventana al exterior también se están difundiendo vídeos de asaltos a supermercados que no son actuales. La entrada masiva a un Aldi o el pillaje en un Mercadona son de hace años e incluso algunos no son grabados en España.
Las imágenes de un Aldi en Alemania y un supermercado en Chile han sido difundidos como actuales en España.
Infectados ilustres, declaraciones falsas que se atribuyen a autoridades e incluso la movilización del Ejército completan una larga lista de bulos e informaciones falsas que circulan sin ningún tipo de control. La responsabilidad de los usuarios pasa por cerciorarse de la seriedad de las fuentes de información y no contribuir a que se hagan virales comunicados o vídeos que pueden incrementar la alarma.