En 2019 sólo nacieron en España 359.770 niños, un 3,5 % menos que un año antes, y el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo, murieron 57.146 personas más de las que nacieron, unas cifras que se sitúan en mínimos históricos y que no se daban desde 1941, primer año del que hay datos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de nacimientos ha caído un 27,3 % en una década y esta disminución progresiva responde al menor número de hijos por mujer y a la reducción de las mujeres en edad fértil.
La media de hijos por mujer es de 1,23, frente a 1,26 de 2018, el valor más bajo desde 2001 y la edad media a la que se es madre es de 32,2 años, según la Estadística del Movimiento Natural de la Población relativa a 2019.
En 2019 nacieron 13.007 niños menos que en 2018, según los datos provisionales del INE, una tendencia a la baja de la última década que sólo se interrumpió en 2014. Esta cifra supone una tasa de 7,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes, tres décimas menos que en 2018.
El INE revela que casi uno de cada cuatro nacimientos de 2019 correspondió a una madre extranjera. Así, las mujeres extranjeras tuvieron al 22,3 % de los hijos nacidos en España en 2019, 80.131, frente al 20,8 % registrado en 2018. Gracias a la inmigración, el descenso de la natalidad no es aún más acusado.
Frente a la tasa de fecundidad entre españolas, de 1,17 hijos por mujer (tres centésimas menos que en el año anterior), la de las extranjeras es de 1,59 (baja seis centésimas).
Y cuando la edad media de la maternidad de las españolas subió a los 32,8 años (cuatro centésimas más), la de las extranjeras superó por primera vez los 30, situándose en 30,1.
En la última década, el número de nacimientos de madres mayores de 40 años ha crecido un 63,1 %: mientras que en 2008 el 4,2% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más, en 2019 ese porcentaje se elevó hasta el 9,7 %.
Las razones laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral, junto con las económicas, son las responsables de que las mujeres españolas tengan menos hijos de los deseados, según la Encuesta de Fecundidad del propio INE.
La evolución de la sociedad hacia una mayor igualdad, la falta de corresponsabilidad en el cuidado de los hijos y, por lo tanto, el freno que la maternidad supone para la carrera profesional de las mujeres son algunos de los argumentos que también esgrimen a la hora de renunciar a tener hijos.
La natalidad descendió en 2019 en todas las comunidades autónomas salvo La Rioja, donde creció un 3,3 %. Los territorios donde más decreció fueron Ceuta (un 14 % menos), Asturias (10,1 % menos) y Cantabria (7,4 % menos).
La mortalidad también descendió en 2019, cuando murieron en España 417.625 personas, un 2,4 % menos que en 2018. Esto supone una tasa de mortalidad de 8,8 defunciones por cada mil habitantes, tres décimas menos que un año antes.
Sin embargo, la mortalidad infantil repuntó y se situó en 2,89 defunciones por cada mil nacidos vivos frente a las 2,69 de 2018.
La esperanza de vida registró además su máximo histórico: 83,6 años; 80,9 para los hombres y 86,2 para las mujeres.
El INE explica que de acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzara los 65 años en 2019 esperaría vivir 19,5 años más si es hombre y 23,4 años más si es mujer.
Saldo vegetativo y matrimonios
Considerando los nacimientos y las defunciones relativos a residentes, el crecimiento vegetativo de la población fue negativo en 57.146 personas, el mínimo histórico desde 1941. Esto es, murieron 57.146 personas más de las que nacieron.
Por otra parte, en 2019 se celebraron 165.578 matrimonios, un 1,2 % menos que en 2018: la tasa de nupcialidad bajó una décima hasta las 3,5 uniones matrimoniales por cada mil habitantes.
El 3,1 % de los enlaces correspondieron a parejas del mismo sexo y entre los matrimonios con contrayentes de distinto sexo, en el 17,6 % uno de ellos era extranjero. La edad media de los cónyuges fue de 38,7 años entre ellos y de 35,9 entre ellas. Del total de matrimonios, el 20,5 % fueron católicos.