El recibo de la electricidad de un consumidor medio alcanza los 57,37 euros en lo que va del mes de noviembre, lo que supone un coste un 6,2% superior al del mismo periodo del mes de octubre, cuando el recibo alcanzó 34,01 euros.
Según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con respecto a noviembre de 2019 el recibo experimenta una caída, del 0,7%, puesto que el año pasado un consumidor medio pagó 37,80 euros en este periodo.
En términos mensuales el recibo vuelve a subir, tras la caída experimentada en octubre que rompió con los ascensos de septiembre, agosto, julio, junio y mayo, que llegaron tras los descensos de abril, marzo y febrero, tras subir en enero más de un 5%.
En cuanto a la evolución del coste de la electricidad con respecto al año pasado, si se confirma la caída de noviembre, su precio encadenaría 19 meses de descensos tras subir en abril y marzo de 2019.
Este descenso con relación al año pasado hasta octubre se ha producido tras la rebaja de los peajes aplicada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) desde el 1 de enero de 2020, que tiene un impacto a la baja que ronda el 1,5% del recibo.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ven afectados por otros factores como el precio del petróleo.