Los dos policías nacionales detenidos el viernes por agredir cuando estaban fuera de servicio a un hombre y a su hija de 14 años en la terraza de un bar en Linares (Jaén) están siendo investigados por un presunto delito de «lesiones agravadas por el empleo de métodos o formas peligrosas», en el que «ha mediado ensañamiento».
El subinspector y el agente, que ingresarán este lunes en la prisión Sevilla I de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en un módulo reservado para fuerzas de seguridad del Estado y militares, fueron detenidos tras una agresión que se originó tras un leve encontronazo en un bar y que fue grabada por numerosos vecinos y publicada en las redes sociales.
Los dos policías compartirán con otros 20 reclusos el módulo 104 de la prisión sevillana a la espera de juicio, una zona «tranquila» donde los integrantes de los cuerpos de seguridad encarcelados están separados del resto de los presos, han informado fuentes penitenciarias.
La paliza se produjo el viernes y los agentes tuvieron que declarar desde Jaén el sábado por medios telemáticos ante la presión de los vecinos en la comisaría de Linares, localidad de 57.000 habitantes y una de las que tiene el índice de paro más alto del país.
Esa presión desembocó en disturbios el sábado por la noche que se saldaron con 20 policías heridos y 14 detenidos entre los participantes, dos de ellos heridos con perdigones.
El hombre herido sufre lesiones en la cara, fractura en la nariz, puntos en una ceja y ayer tuvo que volver a ser ingresado en el Hospital San Agustín de Linares por problemas en una córnea y, aunque ha vuelto a ser dado de alta, temen que pueda perder visión del ojo.
La niña de 14 años, que salió en defensa de su padre, recibió varios golpes y tiene una fisura en un brazo y un ojo hinchado por un puñetazo.
Tras la paliza y su declaración judicial, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Linares ordenó en la madrugada del sábado al domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los dos agentes de la Policía Nacional.
Los cinco sindicatos de Policía Nacional han expresado su rechazo y condena «sin matices» a la agresión porque consideran que este comportamiento es «injustificable» y no representa al resto de funcionarios.
La delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, ha pedido este lunes a los ciudadanos de Linares «calma y sensatez» tras los disturbios del sábado por la noche, unos hechos que considera «no representan para nada» lo que es la ciudad y que no se han vuelto a repetir.
«Somos todos conscientes de que la situación de Linares, como en muchos municipios, muchas provincias, es complicada», por el «estrés de la pandemia que nos está afectando a todos» y por «el segundo estado de alarma, de la limitación de determinadas actividades, de la crisis económica y social», ha dicho García.
Después de los disturbios, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), la Plataforma Defender a Quien Defiende e Irídia-Centro de Defensa de Derecho Humanos han registrado una denuncia ante la Fiscalía de Jaén «contra algunas de las actuaciones policiales que tuvieron lugar en Linares el pasado 13 de febrero durante las protestas ciudadanas».
Las organizaciones han puesto en conocimiento del Ministerio Fiscal que «en varias de las intervenciones llevadas a cabo por los agentes de la Policía Nacional con el propósito de disolver las protestas se observó un uso desproporcionado de la fuerza tanto en la práctica de varias detenciones como durante la realización de algunas cargas policiales».
Por su parte, Teresa Rodríguez y los diputados que fueron expulsados del grupo de Unidas Podemos propondrán que el Parlamento de Andalucía apruebe una Declaración Institucional que condene la violencia policial de los últimos días en Linares y aprobar un plan de desarrollo social y económico que saque a la comarca del «abandono».