El Congreso de los Diputados dará el visto bueno definitivo este jueves a la Ley que regula la eutanasia, que ya ha superado su tramitación en el Senado, y que entrará en vigor dentro de tres meses.
Tras el rechazo a los vetos de PP y Vox tanto en el Congreso como en el Senado, la proposición de ley de eutanasia presentada por el PSOE ha incorporado durante su tramitación parlamentaria enmiendas parciales y ha recibido el apoyo mayoritario de los grupos.
Con su aprobación por el Pleno del Congreso, esta ley permitirá a personas con enfermedades graves e incurables o padecimientos graves, crónicos e imposibilitantes pedir ayuda médica para morir, una prestación que ofrecerá el Sistema Nacional de Salud.
El paciente deberá confirmar su voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones a lo largo del proceso, controlado por una comisión de garantías, y en cualquier momento podrá echarse atrás.
Las comunidades autónomas tendrán un plazo de tres meses desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para crear las comisiones de garantía y evaluación que serán las encargadas de vigilar que en cada caso concurren los requisitos para solicitar la ayuda para morir, resolver reclamaciones cuando se deniegue la prestación y verificar después que la eutanasia se ha practicado de acuerdo con la ley.
La eutanasia es legal en Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia (en este último país por decisión del Tribunal Constitucional, pero sin que el Parlamento haya aprobado una ley que la regule).
También en el estado australiano de Victoria, cuya ley de muerte asistida prevé que si el paciente está impedido puede administrarle la droga un médico, y ha sido aprobada en Nueva Zelanda, donde entrará en vigor en noviembre de este año. El suicidio asistido, en el que es el propio paciente en el que se toma la droga letal suministrada por un facultativo, es legal en Suiza y varios estados de EE UU.