Cerca de un centenar de estudiantes han ocupado este martes el rectorado de la Universidad de Barcelona (UB) y han vallado todos los accesos a su edificio histórico para exigir a los rectores su «compromiso» para «revertir la emergencia de las universidades» y que apoyen medidas como la equiparación de los precios de grados y de máster.
Desde las 07.30 horas, los estudiantes han instalado barricadas en las puertas de acceso al edificio histórico de la UB, situado en la Gran Via de Barcelona, en pleno centro de la ciudad, y no permiten el paso a estudiantes ni profesores, ha informado a Efe la portavoz de Sindicat d'Estudiants dels Països Catalna, Anna Clua.
El equipo rector de la UB, encabezado por Juan Guardia, sí que ha podido accede al edificio y ha mantenido una primera toma de contacto con los estudiantes, a quienes ha pedido que abandonaran la ocupación, según Anna Clua.
Al respecto, la portavoz ha asegurado que «seguiremos con la ocupación hasta que no tengamos el apoyo explícito del rectorado de la UB a las reivindicaciones estudiantiles».
Los estudiantes piden la equiparación de los precios de grados y de máster para «retomar el camino hacia la gratuidad» y la remuneración obligatoria de las prácticas, «estableciendo el Salario Mínimo Interprofesional como mínimo aceptable».
Otras de las peticiones de los estudiantes son un plan de choque para preservar el catalán en el sistema universitario, «garantizando la totalidad de la docencia en catalán durante 3 años», y también reclaman que durante tres años se cree un protocolo feminista único para todas las universidades y que aumente la presencia femenina en los planes docentes.
Asimismo, piden que los rectores apoyen públicamente «la absolución de todos los encausados por defender la universidad pública».
Se trata del segundo acto de movilización de los estudiantes para exigir el compromiso de los rectores con la carta «Compromiso contra la Crisis Educativa», que hicieron pública a principios de abril dirigida a los rectores de las universidades públicas de Cataluña y a la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP).
En el texto, los estudiantes muestran su «esperanza» de que «la pandemia haya servido para encarar decididamente un cambio cualitativo» en la enseñanza superior y su «confianza» en que «podremos contar con los rectores para dar este primer paso, que es de mínimos y de sentido común».