César Román, apodado el 'rey del Cachopo', ha empezado a declarar este lunes en el juicio que no mató a su exnovia Heidi Paz vinculando el crimen a una banda criminal que realizaba 'vuelcos de droga' --robos a narcotraficantes-- y en la que colaboraba supuestamente la víctima, manifestando que un comisario le amenazó con una pistola dándole 48 horas para que aparecieran unos «doce kilos» de cocaína que Heidi debía entregar. Tras este mediático caso, se esconde una espeluznante historia sobre la vida del conocido restaurador.
A Román se le acusa de matar y profanar el cadáver de su pareja. Se le detuvo dos meses después en Zaragoza, donde se ocultó bajo una identidad falsa en las cocinas de un pequeño restaurante. Se le conoce como el 'Rey del Cachopo' por popularizar el plato más característico de la gastronomía asturiana.
En Madrid , llegó a tener cinco sidrerías de alta cocina reconocidas por el sector. El cuerpo de la víctima se halló en una maleta situada en la nave que había alquilado para abrir el que sería su sexto restaurante.
El 13 de agosto de 2018, la Policía halló restos humanos en el interior la maleta, localizada en una nave situada en el número 3 de la calle de Sebastián Gómez, en el barrio de Usera. En el interior había un torso femenino al que habían cortado los pechos. El resto del cuerpo nunca se encontró.
Desde el inicio de la instrucción, ha defendido que Heidi tenía contraída una deuda y que detrás del crimen podía haber una banda de narcotraficantes. Una versión a la que se opone el abogado de la familia, que pide para el acusado veinticinco años de cárcel por un delito de asesinato. Cree que en la instrucción «hay indicios suficientes» que en el juicio podrían llevar a pruebas que demostrarán su culpabilidad.
En su escrito de acusación, el fiscal pide 15 años de cárcel para Román por los delitos de homicidio y profanación de cadáver con las circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal de parentesco y de cometer los hechos por motivos de género. La víctima tenía dos hijos menores de edad que residían en Honduras y para quienes se reclama una indemnización de 300.000 euros.
Parte del cuerpo de Heidi Paz se halló el 5 de agosto de 2018 en una maleta en una nave del distrito de Usera. A Román se le detuvo en un bar de Zaragoza tras estar dos meses desaparecido. Desde el inicio de la causa, el empresario ha defendido su inocencia y ha insinuado que detrás puede estar una banda de narcotráfico.
El escrito de acusación señala que César Román y su pareja se conocieron a principios del mes de abril de 2018 cuando ella empezó a trabajar en la sidrería que el acusado regentaba en Madrid y que, a los pocos días de conocerse, iniciaron la relación sentimental que les llevó a vivir juntos en un domicilio de la capital.
En el mes de junio, cuando la víctima comenzó a dudar sobre la continuidad de su relación sentimental, dejó a César Román una nota manuscrita en el domicilio que compartían en la que le decía que se iba unos días «para pensar sobre la relación que ambos mantenían». Más, tarde, sobre las 5:52 horas del 5 agosto de 2018, la víctima llamó por teléfono al acusado y acto seguido se dirigió al domicilio que habían compartido.
Una vez allí, entre ese momento y las 16.21 horas de ese mismo día, Sergio Román, según la Fiscalía, «movido por el hecho de ser, H. J. P. B., mujer, y no aceptar que ella quisiera distanciarse de él, con la intención de quitarle la vida, o al menos, representándose dicho resultado, le causó la muerte».
Añade que, «posteriormente», para evitar ser descubierto y que se pudiera identificar el cadáver, «sin importarle el ultraje y la deshonra que ello suponía para el cuerpo sin vida de H. J. P. B. seccionó, separando del cuerpo la cabeza y los miembros superiores e inferiores, y se deshizo de ellos, sin que se haya podido determinar la forma en que lo hizo».
Respecto del tronco de la mujer, el acusado, «después de meterlo en una bolsa de plástico negra, lo introdujo en una maleta». A continuación, sobre 16.21 horas del 5 de agosto pidió un taxi al servicio de 'Tele Taxi' en el que trasladó el cuerpo de la víctima desde el domicilio hasta una nave industrial sita en Madrid. Dicha nave había sido alquilada el 15 de febrero de 2018 por César Román, en representación de la entidad 'Delice Experience S.L.', de la que era gerente, «motivo por el que el acusado disponía de las llaves de la misma».
Entre el 5 y el 13 de agosto el acusado, «nuevamente» para evitar que se pudiera identificar el cadáver de la mujer y, «sin importarle, la deshonra que ello suponía para el cuerpo sin vida» de la mujer, lo roció con sosa cáustica, «y valiéndose de un cuchillo, le cortó los senos, que tenían unos implantes de silicona, y junto con un colgante y otros efectos personales, el 13 de agosto de 2018, intentó quemarlos, haciendo un fuego en la plataforma del montacargas, de la planta del sótano de la nave industrial».
Ese mismo día, tras enterarse de que se había encontrado el cuerpo de la mujer hondureña, dejó de utilizar la línea de teléfono que tenía hasta ese momento y huyó a Zaragoza donde, con la finalidad de que la policía no le localizara, utilizó distintas identidades para alquilar una habitación y conseguir trabajo como cocinero.
El 16 de noviembre de 2018 el acusado fue detenido, en el establecimiento en el que trabajaba como cocinero por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Cuatro días más tarde el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid dictó un auto en el que acordó la medida cautelar de prisión provisional comunicada y sin fianza para César Román «que sigue en vigor hasta la fecha».