«El virus mata y la vacuna salva vidas» es el mensaje lanzado a los negacionistas de la covid-19 por Elena Lis, hermana del expiloto de motociclismo Jorge Lis, de 46 años, ingresado en la UCI del hospital La Fe de Valencia en estado crítico al contraer la enfermedad tras haberse negado a recibir la vacuna.
«Estoy segura de que con una sola dosis Jorge no estaría en la UCI», afirma en una entrevista, que decidió hacer pública la historia de Jorge para intentar «sacar algo positivo de todo este horror» y convertirse en la voz de su hermano para servir de ejemplo, porque «si él sale bien, seguro que también lo compartiría».
Jorge al principio de la pandemia, recuerda Elena, estaba confinado en casa de su madre. «No me dejaba que me acercara ni a cinco kilómetros, estaba muy concienciado», pero luego «dio un cambio, empezó a abrazar teorías más negacionistas y a última hora era antivacuna covid, no recomendaba que nos la pusiéramos», una decisión de la que en el último momento, antes de ingresar en el hospital, «se arrepintió», rememora.
Relata que Jorge envió un mensaje a la familia «diciendo que sentía mucho haber sido un cafre y haber estado muy contaminado por las redes sociales en general y por todo lo que leía».
«Se da cuenta del error, lo reconoce y envía también audios a algún amigo más íntimo diciendo: lo siento mucho, rezad por mí, esto se me va de las manos», detalla.
Elena asegura que su hermano es «una persona sana», que nunca ha fumado, «superdeportista, que hacía natación abierta con neopreno, bicicleta de montaña» y por ello «nada hacía presagiar que fuera de esos casos que se pueden complicar».
Jorge ingresó a mediados del mes de julio en el hospital La Fe de València y en estos momentos permanece en la UCI, en estado de «extrema gravedad», conectado una máquina ECMO, muy agresiva, que oxigena la sangre fuera del cuerpo para intentar dar tiempo a los pulmones a que se recuperen.
«Mucha gente minimiza los efectos y ahora hay un poco la idea de que las personas mayores están vacunadas, y los jóvenes pasan si pena ni gloria, y no es así, las UCI están llenas de gente joven», lamenta.
Elena, que vive estos días con gran incertidumbre y pegada al teléfono las 24 horas del día, asegura que decidió hacer pública la historia de Jorge, «tomar el relevo» a su hermano, para que otras personas y familias eviten pasar por esta situación.
«Si algún hijo no se quiere vacunar o un familiar es su elección, pero que insistan», pide, ya que en su caso lamenta no haber podido convencer a Jorge en las discusiones que mantuvieron sobre la vacunación contra la COVID.
Considera que los políticos y los médicos pueden hacer campañas, «todo suma», pero contar la situación de los ciudadanos reales puede hacer cambiar de opinión a las personas más escépticas.
Al hacer pública la historia de Jorge ha querido también «dar voz» a las personas que están sufriendo la enfermedad de la covid-19 tras negarse a recibir la vacuna.
«No es propaganda política, es real, la gente está muriendo, lo pasa fatal, para las familias es horroroso, es estar 24 horas pendiente del teléfono porque se puede complicar más, es una pesadilla y hay gente fuera que lo puede evitar todavía», insiste.
Elena considera que hay «demasiada información, desinformación en realidad», y que es bueno «alejarse y ver las cosas de forma más sencilla, que hay un virus ahí fuera que es real y que mata, y lo contrario es desprestigiar a la gente que está en primera fila y jugándose la vida».
«El virus mata y la vacuna salva vidas, es una estadística pura, es ciencia, realidad, no es una opinión y la gente lo tiene que ver», reitera y pide a las personas que dudan sobre la vacuna covid que «se vacunen» porque se muestra convencida de que «con una sola dosis Jorge no estaría en la UCI».
«Lo único que podemos hacer es que no le pase a otros, que este sufrimiento nuestro le pueda servir a alguien», concluye.