La ola de solidaridad que ha despertado la invasión rusa de Ucrania saca lo mejor de todos y también lo peor de algunos. En las últimas horas se ha difundido una alerta de parte de una de las organizaciones que están canalizando la ayuda a las personas ucranianas que lo necesitan, Cruz Roja. Según fuentes de la conocida entidad hay algunas personas que se han paseado por las casas «pidiendo dinero para Ucrania» y llevan puestas camisetas de la organización. Sin embargo no pertenecen a la misma ni piensan dedicar esos recursos a ayudar a los damnificados de la guerra.
Por el momento se ha corroborado la presencia de falsos voluntarios de la Cruz Roja pidiendo dinero para Ucrania al sur de la Península, aunque no puede descartarse que alguien en Baleares quiera emular este censurable intento de sacar beneficio particular de algo tan crítico y extremo como una invasión en un país europeo.
Tanto Cruz Roja como otros tipos de ONG que responden de forma inmediata a dramas humanitarios como el de Ucrania subrayan que las entidades 'serias' no acuden a estos métodos –ir puerta por puerta pidiendo una cantidad monetaria– para financiar sus proyectos de respuesta inmediata a las necesidades de las zonas en conflicto.
El principal consejo, a las personas interesadas en aportar su granito de arena a las víctimas de la guerra en Ucrania, es acudir a estas organizaciones mediante sus canales oficiales, bien sea a través de teléfono, correo electrónico, redes sociales (siempre perfiles oficiales) o acudiendo físicamente a sus sedes. De esta manera sus profesionales podrán encaminarles mejor a la forma de paliar de algún modo todas las carencias de esas personas que han tenido que salir de sus casas, expulsados por la guerra y además nadie se quedará con lo que no le pertenece.