El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha regresado a España tras acordar en Rabat con el rey de Marruecos, Mohamed VI, una normalización de la relación bilateral, en especial mediante la reapertura gradual de las fronteras y la instalación de aduanas, para cerrar así los desencuentros del último año. Sánchez ha considerado que la declaración conjunta supone un «hito diplomático», con una hoja de ruta pactada para abrir una nueva etapa en la relación entre los dos países vecinos.
El presidente del Gobierno ha expresado su satisfacción por la visita a Rabat en una conversación con periodistas durante su vuelo de regreso, antes de aterrizar en Barcelona, donde ha visitado un centro de acogida de refugiados ucranios. De la guerra en Ucrania conversaron en el iftar (cena durante el Ramadán) en el palacio real, mientras que no hablaron, en cambio, de la soledad parlamentaria del PSOE frente a la decisión de avalar la autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, según ha explicado Sánchez.
Conexiones marítimas
Por otra parte, el Gobierno alauí autorizó ayer a las compañías marroquíes de transporte de pasajeros que conectan los puertos de Marruecos y España a reanudar sus viajes de forma inmediata tras dos años de suspensión de conexiones. En una misiva, el Ministerio marroquí de Transporte y Logística invitó a las compañías que operan en las líneas marítimas que unen los puertos norteños de Tánger, Tánger Med, Nador y Alhucemas con los puertos españoles a reanudar su actividad.
Asimismo, el documento pide a esas compañías marítimas que respeten las medidas sanitarias adoptadas por los dos países para frenar la propagación del coronavirus, como la presentación de una prueba de PCR negativa de menos de 72 horas y de un certificado de vacunación. Marruecos cerró sus fronteras aéreas, terrestres y marítimas el 13 de marzo de 2020 por la COVID.
Punto de vista
Marruecos coloca al revés la bandera española en la cena con el presidente
En la cena durante el Ramadán, en honor al presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se ha colocado la bandera de España, pero boca abajo. Algo que ha dado pie a que muchos se pregunten si ha sido un acto accidental o de manera intencionada, ya que los símbolos en las reuniones diplomáticas son especialmente relevantes y, por ello, son muy cuidados.