Los líderes nacionales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han defendido este miércoles en Palma la voluntariedad de los trabajadores para continuar llevando la mascarilla en sus empresas para evitar contagios por COVID-19. Sobre este asunto, los secretarios generales se han remitido a la normativa sanitaria y al real decreto que elimina en España definitivamente la obligatoriedad de llevar mascarillas en interiores, salvo en el transporte público, centros sanitarios, residencias y farmacias.
En el ámbito laboral se elimina, con carácter general, la obligatoriedad de usar los tapabocas, aunque se deja en manos de los responsables de riesgos laborales de las empresas la decisión final tras evaluar la situación en cada centro de trabajo. Con ocasión de una rueda de prensa, Sordo ha dejado claro que él la seguirá llevando en espacios muy concurridos porque es «útil» para salvaguarda la salud.
Por su parte, Álvarez ha apostado para ver cómo evoluciona la incidencia del coronavirus en esta nueva etapa, al tiempo que ha considerado que el Ministerio de Sanidad debería haber consultado con las organizaciones sindicales cualquier decisión referida al uso de las mascarillas en los centros de trabajo. Álvarez ha lamentado que se trata de una «falta de costumbre» del ministerio, que durante la pandemia apenas consultó «nada» a las organizaciones sindicales. De todos modos, el líder sindical cree que no se producirán «muchos» conflictos por el uso de la mascarilla en los centros de trabajo y que en poco tiempo la situación será de normalidad.