La cepa de viruela del mono presente en España provoca en general afectaciones leves y es mucho menos contagiosa que la covid, pues requiere de un contacto estrecho y prolongado entre personas, según la coordinadora de la unidad de salud internacional del Hospital del Mar de Barcelona, Judit Villar. En declaraciones a Efe, Villar ha señalado que, a partir de los primeros casos identificados en Madrid, «es esperable que a lo largo de los días vayan apareciendo en otras comunidades», por eso «es fundamental estar en alerta» para que el sistema pueda diagnosticar los casos y saber cómo tratarlos.
En todo caso, la también doctora adjunta del servicio de enfermedades infeccionas del Hospital del Mar ha remarcado que, de las dos que existen, la cepa importada es la «leve» y «en general el pronóstico es favorable. Además, algunos estudios apuntan que tienen una mayor protección las personas vacunadas de la viruela, inmunógeno que solo tienen los mayores de 40 años porque se dejó de administrar cuando quedó erradicada.
Villar ha precisado en todo caso que «la tasa de contagio es mucho mas baja que la covid«, ya que, si bien es verdad que se puede haber transmisión por vías respiratorias, es mediante secreciones y no por aerosoles. En este sentido, la viruela requiere de contactos «estrechos y prolongados« para el contagio, que puede ser a través de gotas de saliva, mucosas, no se descarta también los fluidos sexuales -aunque no está demostrado-; y sobre todo a través de las lesiones cutáneas, que son «muy infecciosas» según la especialista.
En una primera fase, la viruela puede provocar fiebre, malestar general, dolor articular y de cabeza intenso, síntomas que pueden confundirse con otros virus, pero al cabo de unos días pueden aparecer estas lesiones cutáneas que sí son características y que se concentran en cara, plantas de manos y pies, y genitales.
Así, «hay que estar muy atento a las lesiones cutáneas características, porque podemos detectar casos y cortar cadenas de transmisión» ha indicado la doctora. La viruela de mono -bautizada así porque ha pasado de este animal al humano- tiene un periodo de incubación largo, de 5 a 21 días, y hay pacientes que tardan tres o cuatro semanas hasta que desaparecen las costras de las lesiones cutáneas, momento en el que ya dejan de ser infecciosas, por lo que un contagio puede llegar a requerir «periodos de aislamiento de un mes» según Villar