"Hoy es un día duro para todos los que creemos en el espacio liberal y de centro que representa nuestro partido". Esas fueron las palabras con las que la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, comenzó el pasado lunes su intervención tras el Comité Ejecutivo, celebrado en una jornada en la que los naranjas se reunieron en un doble cónclave a puerta cerrada que tenía como objetivo analizar la debacle electoral de la formación en las pasadas elecciones andaluzas del 19-J y que acabó con el anuncio de una "refundación profunda" en un plazo de seis meses. Con esta fórmula, que será timoneada por un equipo político coordinado por Begoña Villacís, Ciudadanos pretende recuperar un "espacio liberal y de centro" al que se aferra para reivindicar su utilidad en el panorama político español. La primera meta, las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023.
Arrimadas, que descartó dimitir tras los últimos batacazos en las urnas, reconoció en su discurso del lunes que su formación lleva viviendo "noches electorales muy tristes desde hace mucho tiempo". Y es que los datos hablan por sí solos. En las cuatro últimas citas electorales, Ciudadanos ha perdido un total de 88 escaños: 30 en Cataluña, 26 en Madrid, 11 en Castilla y León y 21 en Andalucía, llegando a perder la representación parlamentaria por completo en dos de estas comunidades autónomas (Madrid y Andalucía) y la vicepresidencia en tres de ellas (Madrid, Castilla y León y Andalucía). Lejos quedan aquellas elecciones generales de abril de 2019 en las que los naranjas se colocaron como tercera fuerza política, a solo nueve escaños del Partido Popular.
Pese a los batacazos electorales, la líder de Ciudadanos desde 2020 se mostró convencida de que su formación puede recuperar el espacio ideológico que un día le permitió cosechar éxitos en las urnas. "España va a ser un país mejor si tiene un partido que represente el espacio que nosotros representamos, el espacio sigue existiendo en la sociedad española, la necesidad sigue siendo absolutamente imperiosa", dijo Arrimadas, que llamó a "mirar hacia fuera y hacia el futuro, no solamente hacia atrás ni hacia dentro". No es la primera vez que la sucesora de Albert Rivera manifiesta esta postura. De hecho, Arrimadas aprovechó un encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado 23 de junio para reivindicar en Bruselas el espacio liberal europeo como "dique de contención frente al populismo".
Para "reconectar con los españoles", el partido fundado en 2006 no descarta incluso cambiar de nombre. El propio portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, reconoció hace apenas diez días que la "marca" está "muy quemada". No obstante, los esfuerzos se centran por el momento en definir el electorado al que tratar de seducir, un perfil que, según apuntan fuentes del partido, se orienta hacia los jóvenes de clase media de entre 35 y 40 años, aproximadamente. De este modo, la formación parece querer focalizar sus batallas y dejar de competir con PP y PSOE como gran partido nacional.
Normalizar las fluctuaciones
Respecto al incierto futuro de Ciudadanos como baluarte del centro liberal en la escena política, fuentes del partido consultadas por 20minutos alegan que este espacio ideológico se ha caracterizado tradicionalmente por una fluctuación constante en términos de representación parlamentaria. En ese sentido, señalan los ejemplos de formaciones históricas como el Partido Democrático Libre alemán, que, pese a contar actualmente con 92 asientos en el Bundestag, en 2013 llegó a perder todos sus escaños en las elecciones federales, y el Liberal Demócrata inglés, que pervive con 11 representantes en el Parlamento británico.
La defensa de ese espacio político de centro supone volver a una concepción de Ciudadanos como partido bisagra con capacidad de mirar tanto a su izquierda como a su derecha. De hecho, el abandono de ese papel es señalado por las voces más discrepantes como factor determinante en las consecutivas debacles electorales. En esa línea, fuentes consultadas por este medio sostienen que uno de los fallos de la campaña andaluza pudo ser ofrecer lo mismo que el PP y recuerdan que el origen del descarrilamiento de la formación se remonta a abril de 2019, cuando Ciudadanos, siendo la tercera fuerza más votada a nivel nacional, rechazó intentar un posible acuerdo de Gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez. Esa no es la única decisión que ha pasado factura al partido naranja, que ya antes había quedado retratado en la "foto de Colón".
Tanto por aquel entonces con Rivera al frente del partido como más recientemente con Arrimadas como lideresa, es innegable que una formación política no llega a la crítica situación en la que se encuentra actualmente Ciudadanos sin cometer errores. De hecho, la actual dirigente entonó el lunes el mea culpa. "Yo soy la primera que asume en primera persona todos los errores que este partido ha podido cometer", dijo Arrimadas, que se mostró convencida de poder renovar el equipo e imagen del partido "para presentarnos en las mejores condiciones posibles a las elecciones de 2023". «Nos vamos a volcar en las elecciones municipales y autonómicas, porque los españoles se merecen que en la próxima contienda electoral sigan teniendo un partido político que ocupe el espacio que nosotros ocupamos», afirmó.
Los pilares de la refundación
La "refundación profunda" planteada por la presidenta de Ciudadanos, que ha acortado sus plazos por el batacazo andaluz, estará impulsada por un equipo político conformado por siete miembros definidos por la propia Arrimadas como "savia nueva". Los integrantes son la alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masías; el candidato de Santa Coloma, Dimas Gragera; el eurodiputado Adrián Vázquez; las coordinadoras de Baleares y Comunidad Valenciana, Patricia Guasch y María Muñoz respectivamente; el concejal del Ayuntamiento de Madrid Mariano Fuentes y el diputado Guillermo Díaz. Este equipo político se comunicará con los órganos de dirección del partido a través de una coordinadora política: la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Pese a esta estructura, Arrimadas destacó que el proceso de refundación se hará "de abajo a arriba". "Vamos a hacer el mayor ejercicio de participación de la militancia de cualquier partido político en España. Se van a crear cinco grupos de trabajo en los que se podrá participar de una manera abierta a todos los militantes para hacer propuestas de renovación tanto programáticas como organizativas. Las conclusiones de esos grupos de trabajo queremos que sean visibles ya en el mes de septiembre», explicó la dirigente.
Además, también se constituirá un órgano asesor externo formado por personas ajenas a la formación. "Lo que queremos es tener el partido más abierto a los españoles, el más cercano a los problemas de la gente y el más preparado para dar solución a los retos y a los problemas de los ciudadanos en 2023», afirmó Arrimadas, quien negó que los miembros de su Ejecutiva vayan a ser un problema para la dirección del partido. Por delante quedan esos seis meses que Ciudadanos se ha marcado como plazo para resurgir como fuerza liberal que ocupe el centro político.