Una vez recabado el apoyo de Unidas Podemos por su giro a la izquierda en el debate del estado de la nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visto ayer cómo sus socios parlamentarios le han pedido cuentas haciendo valer sus votos de cara a la aprobación de las medidas económicas anunciadas. Le han pedido que cumpla sus promesas. Este miércoles se celebró la segunda sesión del debate de política general y tenían la voz los grupos minoritarios.
«Usted no puede permitirse prescindir de nosotros», le ha advertido gráficamente el portavoz del PNV, Aitor Esteban, pensando no solo en el respaldo que el Ejecutivo de coalición necesitará para sacar adelante decisiones tan relevantes como el impuesto temporal a la banca y a las compañías energéticas, sino en el año y medio de legislatura que queda por delante, e incluso en lo que venga después.
Más allá
De «parches» ha calificado la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, las medidas expuestas por el presidente en su discurso inaugural del debate, por lo que le ha emplazado a ir mucho más allá en ese «nuevo giro a la izquierda», incluso nacionalizando las eléctricas, como ya han hecho otros países europeos «nada sospechosos de ser comunistas». Tanto Aizpurua, que no se ha olvidado de invitar a la izquierda «romper amarras» con «el régimen del 78» y «las hipotecas heredadas» de la Dictadura, como Esteban han reprochado a Sánchez el modo de actuar del Gobierno y le han hecho ver que los necesita para seguir. Entre tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que anteayer no pudo hablar en el hemiciclo porque no es diputado, ha expresado desde San Lorenzo de El Escorial (Madrid) sus absolutas reservas a la deriva de Sánchez. Del impuesto a bancos y eléctricas ha apuntado que «es imposible estar en contra de algo que no se conoce», pero sí ha dejado claro que el PP no lo apoyará si acarrean más comisiones a los ciudadanos.
Incomodidad
Por lo demás, la jornada no ha aportado muchas novedades legislativas que añadir, salvo el compromiso del presidente de aprobar antes de que acabe julio la nueva ley de secretos oficiales. Se lo ha dicho a Aitor Esteban, quien se ha afanado en destacar los incumplimientos de Sánchez con el PNV, el primero no comunicarle previamente cambios significativos como habían pactado en el acuerdo de investidura. Se ha quejado reiteradamente de la «sensación de incomodidad» que tiene semana tras semana en su relación con el Gobierno, al que tiene que «porfiar» para conseguir cosas, porque actúa «como si tuviera mayoría absoluta», y le ha preguntado qué va a hacer para conservar su apoyo. Y no solo hasta que acabe la investidura, sino después de las próximas elecciones.
Le ha admitido el presidente que en el cumplimiento de transferencias a Euskadi hay «más luces que sombras», pero también ha justificado «cierta parálisis» porque el Ejecutivo vasco reclama algunas «difíciles de asumir». Ambos han coincidido en hacer notar la ausencia en el hemiciclo de líderes del PP, Feijóo incluido, donde también faltaban muchos diputados populares. Ha recibido también críticas el presidente de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, por sus «decisiones equivocadas» en asuntos como el espionaje a los independentistas, los sucesos de la valla de Melilla o la «exaltación belicosa» de la cumbre de la OTAN. Su formación fue muy citada ayer por el PP y Vox –y ayer también por Ciudadanos– como «heredera» de ETA y por apoyarse Sánchez en ella para sacar adelante la Ley de Memoria Democrática, y su portavoz ha querido reafirmar el compromiso de la formación en el «reconocimiento y reparación de todas las víctimas del terrorismo». Aunque también ha pedido que la memoria de las víctimas de ETA no sea un «arma política contra el adversario».
La portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha considerado «baldías» las medidas de Sánchez y ha dicho que solo son las que él necesita para «no morir políticamente». Y en duros términos le ha acusado de carecer de «ideología» y de «escrúpulos», algo a los que Sánchez ha respondido con ironía al agradecerle sus «siempre tan constructivas palabras».
El apunte
Críticas al PP por recurrir a ETA sin más propuestas
El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha reprochado al PP que durante el debate sobre el estado de la nación haya recurrido a ETA «más de la mitad del tiempo» y que no haya planteado «ni una sola iniciativa», ya que asegura que no tienen un «proyecto de país». Las críticas al PP han centrado la intervención del portavoz socialista en el debate, en el que ha lamentado que algunos grupos quieran convertir el Congreso en un «estercolero, difamando y orientando la acción del Ejecutivo a extremos nunca vistos».