La portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Pilar Alegría, ha calificado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de «rehén de Vox» tras criticar su silencio sobre el protocolo antiaborto de Castilla y León, y ha descartado por ahora aplicar el artículo 155 de la Constitución en esa comunidad. «El Gobierno no está ahí», ha dicho la también ministra de Educación preguntada por la posibilidad de aplicar este artículo de la Constitución para obligar a la Junta de Castilla y León a dar marcha atrás con la aplicación del protocolo si no atiende al requerimiento enviado el domingo por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Además, durante una rueda de prensa celebrada en Ferraz tras la reunión del Comité Electoral del PSOE, Alegría ha dicho que en estos momentos están «esperando a que se dé respuesta a dicho requerimiento», sin llegar a avanzar tampoco cuáles serían los siguientes pasos legales si finalmente deciden presentar un recurso. «No adelantemos pantalla», ha comentado.
Alegría ha criticado duramente los cambios en el protocolo puestos en marcha este lunes, que implican que los ginecólogos deriven directamente a salud mental a las mujeres embarazadas que se planteen abortar, la posibilidad de escuchar el latido del bebé entre las semanas sexta y novena e incorporar las ecografías 4D, que se hacen en la última etapa del embarazo, a la cartera de servicios. «Estamos ante una decisión adoptada por el Gobierno de Castilla y León, de PP y Vox, que no es una decisión improvisada sino que pretende seguir la agenda iniciada en otros países como Hungría, Polonia o el intento de la ultraderecha en Estados Unidos», ha dicho.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha corregido este lunes nuevamente a su vicepresidente, Juan García-Gallardo, de Vox, y ha reiterado que las medidas sanitarias para prevenir abortos en la comunidad no serán obligatorias para los médicos. «¿Ha llamado (Mañueco) al señor Gallardo ya?, porque a ver si dentro de cinco minutos va a salir su vicepresidente a enmendarle la plana», ha dicho Alegría.
La portavoz del PSOE ha reprochado en varias ocasiones el silencio que mantiene Feijóo sobre el protocolo antiaborto desde que se hizo público el jueves, y ha dicho que con esta actitud demuestra que «no es el líder del PP», sino «el rehén de Vox». «El PP necesita a Vox para llegar al Gobierno, tiene en Vox a su aliado natural. Lo ha tenido esta legislatura y lo quiere seguir teniendo en las próximas elecciones», ha añadido. Por otro lado, ha insistido en que desde el PSOE y el Gobierno no van a permitir «ni un solo recorte en los derechos de las mujeres como pretenden la ultraderecha y el PP». De ahí el envío el domingo por parte del Gobierno de un requerimiento oficial a la Consejería de Sanidad de Castilla y León avisándole de que se abstenga de aprobar o aplicar medida alguna que vulnere la actual normativa con respecto a la interrupción voluntaria del embarazo.
Requerimiento que, según ha recordado Alegría, trasladaron después de que el jueves la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se dirigiera por escrito a la Consejería de Sanidad de Castilla y León para solicitar información al respecto y «sin obtener respuesta». Fuentes socialistas explican que si no hay cambios tras el requerimiento, el siguiente paso sería convocar una comisión técnica para negociar entre miembros de ambos gobiernos antes de plantear cualquier medida de tipo judicial.
En este contexto, el PSOE ha vuelto a poner el foco en la alianza del PP y Vox, que el propio Sánchez y otros dirigentes del partido califican como la «coalición del miedo» y del «retroceso», una estrategia utilizada ya en las elecciones autonómicas del pasado mes de junio en Andalucía sin resultados, ya que los populares lograron gobernar allí con mayoría absoluta. Sin embargo, fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE señalan que en Andalucía estaban en juego «otras variables» que no están presentes ahora, ante las elecciones municipales y autonómicas de mayo y las generales previstas en diciembre, e insisten en que es «bastante complicado» conseguir gobiernos monocolor y en que el PP «necesita a Vox para gobernar».