Solo una senadora socialista, la parlamentaria de Baleares Susanna Moll, votó anoche en contra del proyecto de ley trans en el pleno del Senado, que remitió el texto al Congreso para su aprobación definitiva la próxima semana. Fuentes del grupo socialista consultadas por EFE avanzan que se le aplicará el reglamento y será sancionada, como ha ocurrido ya en el Congreso con Carmen Calvo.
La exvicepresidenta deberá pagar una multa de 600 euros por haberse abstenido cuando la ley trans pasó por el pleno, rompiendo la disciplina de voto. La ley, que consagra la autodeterminación de género, fue aprobada en la Cámara Alta en una votación ya nocturna ayer miércoles con 144 votos a favor, 108 en contra y dos abstenciones. Cuatro senadores -dos de ellos socialistas- no participaron.
La norma ha abierto grietas en el movimiento feminista y también en el PSOE, pero en el grupo parlamentario socialista Moll se quedó sola frente a 191 compañeros que apoyaron la ley. En sus redes sociales, la senadora no ha ocultado su rechazo al proyecto.
«Por ser feminista y socialista, por las mujeres, por todos los y las menores, por las personas LGB y también por las transexuales, por la ciencia y por sentido común, pido sensatez y responsabilidad», manifiesta en un mensaje fijado en su cuenta de Twitter. Dentro del PSOE, Carmen Calvo ha sido una de las voces más críticas con el proyecto diseñado por el Ministerio de Igualdad, en línea con los grupos feministas que consideran que puede dañar su lucha por los derechos de las mujeres.