La Fiscalía ha pedido al juez que archive la causa por el supuesto sorteo de una prostituta en un chat de militares del cuartel del Bruc de Barcelona, al concluir que fue «ficticio», ya que «nunca hubo» una «intención real» de contratar sus servicios y que el «premio real» era una cesta navideña. Según ha informado la Fiscalía Provincial de Barcelona, el ministerio público ha remitido un escrito al titular del juzgado de instrucción 30 de Barcelona en el que defiende que se archive la causa penal, al considerar que los hechos no son delictivos, «sin perjuicio de las responsabilidades disciplinarias que, en su caso», se pudieran imponer a los responsables de los comentarios.
La Fiscalía sostiene que, tras una «detallada investigación» llevada a cabo en el cuartel del Bruc de Barcelona, se logró identificar a los dos responsables del anuncio y se concluyó que se trataba de un grupo de WhatsApp no oficial y que el supuesto sorteo de la prostituta «fue totalmente ficticio», ya que «nunca hubo una intención real» de contratar los servicios de ninguna prostituta ni se realizó ningún trámite para ello.
El premio «real y efectivo» del concurso, según subraya la Fiscalía, era una cesta de Navidad. Al no existir, según la Fiscalía, una «persona real y concreta» en la situación de prostitución, no concurren en este caso los requisitos legales para entender que se pudo cometer un delito contra la prostitución, ni de inducción a la prostitución, ni trata de seres humanos, ni de explotación sexual, así como tampoco ningún discurso de odio.
El juez abrió la investigación a raíz de una denuncia interpuesta en diciembre pasado por el jefe del regimiento de Infantería tras la publicación en el diario Ara de una noticia que revelaba que militares del cuartel del Bruc habrían sorteado el 22 de noviembre de 2022, en un chat interno con unos 70 miembros, los servicios de una prostituta con motivo del puente de la Purísima, para recaudar fondos para las fiestas de la compañía, que se celebraban con motivo del Día de la Inmaculada.
Una cosa es la moralidad, algo subjetivo y otra que sea un delito. La prostituta, si lo es por voluntad propia, iba a cobrar por unos servicios que ella ofrece.