A una semana de que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolada Díaz, escenifique en un acto público en Madrid la presentación de su candidatura para las próximas elecciones generales, sus relaciones con Podemos se han convertido en un cisma que podría provocar un importante desgarro político y electoral entre los sectores que se ubican a la izquierda del PSOE si finalmente no hay acuerdo. Aunque la vicepresidenta está obteniendo el apoyo entusiasta para esa presentación de otros sectores como Izquierda Unida y los comunes, e incluso contará con la presencia de las cabezas visibles de Mas Madrid en la comunidad, Rita Maestre y Mónica García, las relaciones con Podemos no sólo siguen estancadas, sino que ha crecido la tensión en las últimas semanas.
La formación liderada ahora por Ione Belarra considera a Sumar, el espacio creado por Díaz, un partido político y condiciona su presencia en el acto del próximo 2 de abril a la firma de un pacto previo de coalición con Sumar, basado en el despliegue de unas primarias abiertas para dirimir el peso de cada sector en una futura candidatura conjunta. Sin embargo, la sensación general entre los diversos actores implicados en el proceso es que, pese a los contactos que mantienen el equipo de Díaz con una quincena de partidos, será después del 28M donde se empiecen a clarificar las alianzas, pues varias formaciones compiten electoralmente a esos comicios. Díaz dijo esta semana que deseaba la presencia de Podemos, porque comparten proyecto y en Sumar los liderazgos los decidirá la ciudadanía (en alusión a primarias) y emplazó a su líder, Ione Belarra, a explicar su ausencia. Mientras, desde Podemos recalcan que no hay avances en los encuentros con el equipo de la vicepresidenta, el último el pasado jueves, y reivindican que el diálogo evolucione a la negociación, que define unos elementos básicos para una alianza electoral entre ambos.
La idea de Sumar es realizar un acto multitudinario en el polideportivo Antonio Magariños, con la presencia de representantes de la sociedad civil y también apoyo de líderes políticos. A este llamamiento ya han respondido en el espacio confederal confirmando su presencia el líder de IU, Alberto Garzón, y el coordinador de Alianza Verde. La respuesta ha sido positiva también en formaciones ajenas a Unidas Podemos, como es el caso de las dirigentes de Más Madrid Mónica García y Rita Maestre, que han mostrado sintonía con Díaz. También irán los coportavoces de Verdes Equo Florent Marcellesi y Silvia Mellado. Mientras, Compromís y Más País (que lidera Íñigo Errejón) han indicado que acudirán pero sin concretar su representación, al igual que la Chunta aragonesista, según indicaron desde las respectivas formaciones que están aliadas en el denominado 'Acuerdo del Turia'. Sin embargo, una de las formaciones de dicho acuerdo, Més per Mallorca, no tiene previsto participar en el evento pese a los contactos mantenidos con el equipo de Sumar, dado que formar integrarse en Sumar no está dentro de su marco «de posibles relaciones a nivel estatal».
Y aunque Podemos insisten en que sus primeras espadas, como Ione Belarra o Irene Montero, no pueden acudir al acto de anunció de candidatura sin un preacuerdo de mínimos previo, habrá cargos morados en la puesta de largo de Díaz. Así y pese a esa directriz, el coordinador autonómico de Podemos Galicia, Borja San Ramón, asistirá al evento al igual que el diputado y representante de Galicia en Común en el Congreso, Antón Gómez-Reino. La diputada crítica con la dirección de Podemos y vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo, no acudirá al acto de Díaz por ser un proyecto «esperanzador», pero no estará presente por encontrarse fuera de España como ha explicado en redes. Mientras, el diputado y secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, tiene intención de ir para respaldar a Díaz. Fuentes del espacio confederal indican que los partidos ya están desplegando movimientos tácticos para fijar posturas y aprecian que la postura de Podemos, al plantear requisitos para acudir a Díaz, deja carril libre para el acercamiento de Más Madrid a Díaz.
Por su parte, los morados han reaccionado a esa sintonía y llegaron a decir que Díaz está «montando» su partido con Más Madrid y el PCE, como dijo Montero, y que aunque es espacio distinto a Podemos, quieren confluir. Otras voces indican que a todos los partidos les importa las listas y el peso que tienen en ellas, pero opinan que ahora no toca abrir ese debate sino mostrar sintonía hacia Díaz, sobre la que nadie duda la unidad es necesaria y ella es la encargada de liderarla. También subrayan que una cosa es que se haya contactos de partidos con el equipo de Díaz pero otra son los acuerdos, que ahora no existen y que, según varias fuentes, deben venir más tarde frente a lo que plantean Podemos, con un diálogo sosegado en vez de levantar muros. A su vez, diversos sectores del espacio confederal ven difícil que haya acuerdo antes de los comicios del 28-M, dado que la izquierda acude fragmentada en Madrid, Comunidad Valenciana o Canarias, y no quieren contaminar la campaña con este proceso. En una reciente entrevista con Europa Press, López de Uralde señaló que esta cita electoral es un «obstáculo» para el diálogo. Mientras, otras fuentes también indican que aquí también entra la táctica, pues seguramente a Podemos le interese buscar un preacuerdo antes de esos comicios mientras que otros partidos querrán abordar la confluencia después, todo en función de quien salga fortalecido o debilitado de esta cita electoral.
A su vez, la cuestión de las primarias es otro de los puntos centrales del debate, que muchos dan por segura porque así lo ha manifestado Díaz y los distintos partidos. Eso sí, admiten que la cuestión será qué tipo de proceso se hace y que el punto que puede generar problemas es la definición del censo. Podemos ha demandado unas primarias abiertas a la ciudadanía y vinculantes frente a acuerdos de despacho, pues entiende que es la forma de dirimir el peso de cada uno, sobre todo cuando auguran que las negociaciones entre tantos partidos será difícil. A su vez, IU propuso la creación de una mesa de partidos que quieran confluir con Sumar y unas primarias proporcionales por circunscripciones, con vistas a definir las futuras listas electorales, y de carácter abierto donde se puedan inscribir cualquier persona que opte por votar y con garantías de acreditar su identidad a la hora de establecer el censo.