El alquiler vacacional en España generó un impacto económico de 20.388 millones de euros en 2022, casi cinco veces más que los datos de 2019, según datos recogidos en el Observatorio de la Vivienda Turística en España, impulsado por la Federación Española de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur). El gasto directo de alquiler representa un 19,1% del total, 4.660 millones de euros, mientras que el gasto en la estancia, fuera de la vivienda, es de cerca de 16.000 millones de euros. Además, el gasto de estancia por persona y noche pasa a ser de 139,5 euros, mayor que el de 2019 (102,1 euros).
Teniendo en cuenta las diferencias por géneros y grupos de edad, se observa que el gasto total de estancia es superior para los hombres y los de edades entre 45 y 74 años. En este sentido, las compras y servicios se llevan el 54% del gasto de la estancia del viajero y en la mayoría de casos (62,1%) se trata de compras en el barrio o en comercios de proximidad. El resto del gasto se reparte principalmente entre actividades culturales (19,4%), excursiones (18,7%) y ocio nocturno (7%). El gato total medio por reserva se ha disparado un 41,8% en los últimos años, pasando de los 2.092 euros en 2019 a los 2.967 euros. Para el presidente de Fevitur, Miguel Ángel Sotillos, este estudio arroja cifras «contundentes» de la importancia para la generación de riqueza y actividad económica que, de forma capilar, supone el sector en España. «El sector de las viviendas y apartamentos turísticos se encuentra en un momento crucial y con enormes oportunidades en España. Estamos en un momento de acelerada profesionalización al tiempo que somos la tipología de alojamiento preferente para el nuevo modelo turístico», ha destacado.
Uno de cada tres se alojaron en viviendas turísticas en 2022
El informe señala que el 31,8% de los viajeros españoles se alojaron en una vivienda de uso turístico (VUT) el año pasado, cifra que está casi nuevo puntos porcentuales por encima de los datos recogidos en 2019, cuando solamente un 23% optaron por este tipo de alojamiento. Además, un 50,6% de los viajeros eligieron una VUT después de comparar la oferta con la hotelera, mientras que el 41,6% solo exploraron en el mercado de viviendas turísticas. El resto, un 7,8% eligieron una VUT porque no hay alternativa. Analizando los datos por tramos de edad, la alta preferencia por las VUT es más predominante entre los mayores de 64 años. Un 62,37% de los clientes entre 65 y 74 años solo buscaron viviendas de uso turístico para alojarse en sus vacaciones.
Reserva media de 5,5 noches y 3,9 personas
En 2022, la reserva media en VUT fue de 5,5 noches y para 3,9 personas, lo que supone un media ligeramente superior a la de 2019 (5,28). Según los datos del Observatorio, la mayoría de clientes son familias y parejas (74,6%), seguidos de los grupos de amigos (20,4%). En relación con las motivaciones, la playa (24,7%), la cultura (22,2%) y la naturaleza (19,4%) han sido los principales reclamos, mientras que en el momento de escoger el alojamiento, la ubicación y el precio son los factores más predominantes. La satisfacción general de los viajeros es de 4,3 puntos sobre 5 y los factores más bien valorados son la ubicación, el confort, el trato con el responsable del alojamiento, la limpieza, la seguridad o el precio En cuanto a las reservas, un 76,6% de los encuestados confirma haberlo hecho en una web o app especializadas en alquiler vacacional o agencia de viajes 'on line' (Vrbo, Booking, Airbnb o Tripadvisor). En segundo lugar (32%), los clientes llegaron a esa VUT a través del a recomendación de una persona conocida y la ultilización anterior de esa VUT (29,3%).