El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha recordado este viernes que no existe evidencia de la seguridad y eficacia de los vapeadores para ayudar a dejar el tabaco y ha alertado de la preocupación que genera su uso desde el punto de vista sanitario. En el marco de la regulación sobre estos productos que se está abordando por el Ministerio de Sanidad, el Consejo General considera que la farmacia comunitaria, como establecimiento sanitario, no es el espacio adecuado para su comercialización.
Si bien cuando aparecieron en el mercado se valoró esta opción como dispositivos a la hora de dejar de fumar, diversas entidades sanitarias como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y la Organización Mundial de la Salud expresaron que las sustancias que se inhalan son tóxicas.
Los cigarrillos electrónicos se utilizan especialmente por fumadores, fumadores que quieren dejarlo y exfumadores, pero preocupa especialmente su utilización por personas jóvenes, a menudo sin una historia previa de uso de productos del tabaco.
Los farmacéuticos piden reducir el consumo de todos los productos de tabaco y especialmente evitar que los vapeadores se conviertan en la puerta de entrada al consumo de tabaco entre los jóvenes y las personas no fumadoras.
Precisamente el ministro de Sanidad, José Miñones, dijo que trabaja en el desarrollo de campañas antitabaco dirigidas a vapeadores y señaló la necesidad de «seguir apostando» por las zonas libres de humo, un trabajo, ha dicho, que se debe hacer de la mano de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).