El inicio este lunes de los trabajos forenses para exhumar a 128 víctimas del Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos) ha sido recibido con alegría y cautela por familiares como Purificación Lapeña, nieta y sobrina nieta de los hermanos Lapeña, que confía en que no haya más «tropiezos».
«Parece ser que esta vez es de verdad. Pero como ha habido tantas pegas estos años, a ver qué pasa», comenta a EFE Purificación, nieta y sobrina nieta respectivamente de los hermanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña, naturales de Villarroya de la Sierra (Zaragoza), fusilados en 1936 por los franquistas y enterrados en Calatayud, aunque en 1959 fueron reinhumados en el madrileño Valle de los Caídos.
El caso de los hermanos Lapeña es un referente para otros familiares de víctimas enterradas en el Valle, después de que una sentencia histórica reconociera en 2016 el derecho a recuperar sus cadáveres. Sin embargo, tanto Purificación como otras familias que desean exhumar los cadáveres de sus familiares del Valle llevan años envueltas en un embrollo judicial que ha obstaculizado el proceso. Por ello, Purificación ha recibido la noticia del inicio de los trabajos forenses de las exhumaciones con «alegría» y «satisfacción» pero también con «miedo» por si hubiera otro «tropiezo» o cambio legislativo que interrumpiera esta labor, sobre todo dada la cercanía de las elecciones generales.
«Que vayan rápidos, hay gente muy mayor que no puede esperar. Urge que esto salga adelante cuanto antes», pide Purificación, que lamenta que en su caso ni su padre ni su marido, ya fallecidos, hayan podido vivir este momento. También ha recibido la noticia con alegría pero alguna dudas Fausto Canales, que lleva años tratando de recuperar los restos del Valle de los denominados «siete de Pajares», naturales de Pajares de Adaja (Ávila) y fusilados en la Guerra Civil, entre ellos su padre, Valerico Canales.
«Estoy muy ilusionado y muy contento porque después de tantísimos años de lucha, más de 20, por fin hemos logrado una de las aspiraciones importantes, que era reclamar y sacar los restos de nuestros familiares en el Valle», dice a EFE. Sin embargo, pide que se haga rápido porque «el tiempo apremia» y, en su opinión, hay «posibilidades de que vuelvan a tratar de pararlo» colectivos contrarios a las exhumaciones, como la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos o la Fundación Francisco Franco.
En su caso, espera con impaciencia recuperar los restos de su padre pero también los de su tío Victorino Canales, que cayó durante la Guerra Civil en el frente de Brunete (Madrid). Por su parte, Paco Cansado, que lleva décadas luchando por la recuperación de los restos de su abuelo y tío abuelo, José Cansado y Antonio Cansado, asesinados en Moratal de Jalón (Zaragoza), ha acogido igualmente «con alegría y cierta cautela» el inicio de los trabajos forenses de exhumación. «Ya era hora, tenía que haber pasado hace años», señala a EFE Paco, que advierte de que ya ha habido varios intentos fallidos con muchas «trabas» judiciales de por medio.
Por ello, confía en que esta vez se completen los trabajos de exhumación para poder «terminar con esta historia y poder cerrar la historia de las familias». El abogado de víctimas del franquismo Eduardo Ranz presentó hace unos días una queja ante el Defensor del Pueblo por el incumplimiento de nueve exhumaciones en el Valle de los Caídos, entre ellas las de los hermanos Lapeña, pero confía en que esta vez «sea la definitiva» y los trabajos salgan adelante.
En el Valle de Cuelgamuros, que cambió su nombre tras la reciente entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática y está considerado la mayor fosa común de España, hay enterrados 33.833 restos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil. Sin embargo, los trabajos forenses de exhumación iniciados este lunes afectan solo a las 128 víctimas reclamadas por sus familiares.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se ha quejado de que estas familias no puedan asistir en persona al proceso, a diferencia de los familiares del dictador Francisco Franco, cuyo cuerpo fue exhumado en 2019 tras la aprobación del Gobierno de Pedro Sánchez y el aval del Tribunal Supremo. «La familia Franco pudo sacar del Valle de los Caídos el cuerpo del dictador a hombros. Las familias que reclaman los cuerpos de sus seres queridos para que sean extraídos del Valle de los Caídos se han enterado de la exhumación por la prensa y no están allí», ha escrito la asociación en Twitter.