Juan José Imbroda ha sido investido este sábado por sexta vez nuevo presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, cinco entre 2000 y 2019 y una en este mandato que se inició el 7 de julio de 2023, en un acto que ha contado con los ex ministros Javier Arenas y Dolors Monserrat y en el que se le ha hecho entrega del bastón de mando y el collar que simbolizan su cargo por parte de la vicepresidenta de la Asamblea, María José Aguilar Silveti.
En su intervención, el dirigente del PP melillense ha asegurado que «no existe ningún argumento solvente que justifique una apetencia anexionista por parte de Marruecos». Ha subrayado que «los argumentos y razones, en derecho internacional, en la historia y en la voluntad expresada por su población son de tal consistencia, que dejan los deseos anexionistas de Marruecos sin ninguna base o fundamento».
En un discurso ante autoridades y representantes de todos los ámbitos de la sociedad local, Imbroda ha destacado «quiero que quede claro nuestra voluntad y nuestro orgullo de ser y sentirnos españoles», al mismo tiempo que ha expresado su deseo que «España y Marruecos profundicen las relaciones y estrechen lazos de amistad y que sienten bases en la cooperación, solidaridad y el respeto a nuestras respectivas soberanías». En este sentido, ha avanzado que su gobierno «colaborará con el Gobierno nacional en todo aquello que pueda coadyuvar en unas buenas y fructíferas relaciones».
Al mismo tiempo, la primera autoridad de la ciudad española del norte de África ha recordado que fue en 2017 cuando manifestó públicamente que Melilla tenía que mirar al norte. «Quizás algunos no lo comprendieron, pero hoy el tiempo me ha dado la razón: mirar al norte, era acercarse más desde todos los puntos de vista a España, a Europa». A su juicio, este acercamiento tiene dos actores fundamentales: el gobierno nacional y el local. Al respecto, ha avanzado su intención es que esas políticas vayan coordinadas entre ambos y serían «las que podrán propiciar sin duda el referido acercamiento».
Además, ha resaltado que la economía de Melilla se sustentaba fundamentalmente en el comercio fronterizo tal como así había sido históricamente. Sin embargo, ha criticado que «la declaración hostil de Marruecos, eliminando la aduana comercial el 1/8/2018, siendo presidente nacional Sánchez y el cierre absoluto al comercio fronterizo, supuso un golpe mortal a nuestra economía y la ruina de muchas empresas y comerciantes».
En este sentido, ha admitido que «hoy sigue cerrada herméticamente, produciéndose además la paradoja, más bien el agravio, que se permite el régimen de viajeros aduanero de Marruecos a melilla, pero no el de Melilla a Marruecos». En su opinión «un grave injustificable hecho que el gobierno nacional está permitiendo y que supone además una humillación para los intereses legítimos de los melillenses.» A ello ha unido también «las enormes dificultades» que hay que soportar para entrar o salir de Melilla por el paso fronterizo.
«No hay que ser muy perspicaz para colegir que nuestro vecino ha pretendido un ahogo económico de Melilla, y ser muy irresponsable por no haber creado ya una alternativa económica propia sin dependencias fronterizas» ha manifestado en su intervención.
Por último, ha reivindicado al gobierno nacional que promueva todas las medidas y acciones necesarias ante Marruecos, incluso la Unión Europea, «para que se recupere la aduana comercial y haya un verdadero régimen de aduana de tráfico de viajeros y sobre todo que se agilice, flexibilice y se humanice el paso de viajeros por el puesto fronterizo» de Beni-Enzar entre España y Marruecos, «teniendo presente el interés de muchas familias melillenses que tienen lazos culturales y familiares con el vecino país, pero salvaguardando siempre las necesidades de la seguridad».