El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha archivado la denuncia presentada por una asociación de abogados cristianos contra los responsables de un programa de TV3 que escenificaron una sátira sobre la imagen de la Virgen del Rocío, al estimar que se hizo en el uso de la libertad de expresión y no se atentó contra el sentimiento religioso.
El 4 de abril de este año, TV3 difundió una sátira sobre la imagen de la Virgen del Rocío en el programa «Està passant», en el que aparecía la actriz Judit Martín ataviada como la Virgen del Rocío con el muñeco de un bebé en brazos simulando al niño Jesús, y con sus presentadores, Toni Soler y Jair Domínguez, ironizando con que la virgen no salía de procesión en Semana Santa, además de hacer bromas sobre su vida sexual y su acento andaluz.
La Fundación Española de Abogados Cristianos, tras la emisión del programa, presentó una denuncia en los juzgados de Sant Feliu de Llobregat contra las tres personas de TV3 que protagonizaron la sátira, un «sketch» que calificaron de «vejatorio» y que para esta entidad podía ser constitutivo de un delito de escarnio contra los sentimientos religiosos. La emisión de la sátira, además, abrió un debate con la participación de entidades andaluzas y declaraciones, entre otros, de los presidentes de Andalucía y Cataluña.
A la denuncia de los abogados cristianos le siguió en las semanas posteriores los recursos presentados por las tres personas denunciadas, escritos que el juez ha tomado ahora en consideración para archivar la denuncia. El juez Juan Aguirre García emitió el pasado día 22 un auto difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), contra el que cabe recurso, en el que indica que, en el caso de esta sátira, «se puede afirmar que la conducta se encuentra en el ámbito del contenido de la libertad de expresión».
«No se aprecia ningún mensaje que permita concluir que la conducta quede extra muros de la libertad de expresión», señala la resolución judicial. En este sentido, subraya que se trataba de un 'gag' «realizado en el marco de un programa humorístico de televisión, emitido en prime time, en el que intervinieron una actriz y dos comunicadores en el ejercicio de sus respectivas actividades profesionales». «No se aprecia tampoco ningún comentario que pueda suponer incitación al odio, hostilidad o violencia frente a personas que profesan la fe católica», agrega el juez.
Respecto de si los protagonistas de la sátira se extralimitaron en el uso de la libertad de expresión, el magistrado indica que es «plenamente comprensible y respetable que el 'gag' pueda incomodar a determinadas personas, pero dicho sentimiento no es suficiente como para entender que ha habido un exceso en la libertad de expresión». «Las muestras de revuelo e indignación a las que alude la denunciante -explica el auto- no son sino manifestación del 'intercambio de ideas y opiniones' que pretende fomentarse mediante la salvaguarda de la libertad de expresión».
Señala que la sátira es «una forma de expresión artística que por sus inherentes rasgos de exageración y distorsión de la realidad tiene una finalidad provocadora y agitadora» pero que en este caso «no ha habido ninguna perturbación en la libertad religiosa de los que profesan la religión católica». Así, precisa el juez, los hechos denunciados «no ha impedido la celebración de actos de culto en condiciones de total normalidad» y, «en particular, no ha supuesto afectación alguna ni en la Semana Santa ni en la romería de la Virgen del Rocío de este año».
«Por otro lado -argumenta-, la emisión del gag no supone ni ha supuesto en ningún caso una incitación al odio a las personas católicas. Simplemente se ha hecho broma sobre algunos aspectos de sus creencias. Por ejemplo, sobre la posible opulencia de la imaginería de Semana Santa o de la propia Virgen del Rocío, cuestión que nunca ha estado exenta de crítica». Respecto a la imitación de la saeta, pide el juez «no obviar que es una forma más de expresión artística».
«Que esté íntimamente ligada a un fenómeno religioso como la Semana Santa no excluye su satirización o exageración», destaca. Afectación efectiva a la libertad religiosa Reconoce el juez que algunas expresiones usadas en el programa suponen «una satirización del dogma de la virginidad perpetua de la Virgen María, y como tal pueden causar indignación» pero arguye que «la simple indignación no supone per se exceso en el ejercicio de la libertad de expresión» pues «ha de ir acompañada de una afectación efectiva al derecho a la libertad religiosa».
«En conclusión -continúa el juez-, el 'gag' era eminentemente satírico y tenía una intención claramente humorística» y «bromeaban sobre cuestiones que están presentes en el debate público». Andaluzofobia Analiza también la denuncia de que la sátira incitaba a la «andaluzofobia» y, aunque admite que se empleó «un acento andaluz totalmente exagerado y que razonablemente puede ofender o sentar mal», ello «no implica necesariamente un ejercicio excesivo de la libertad de expresión »por lo que «no se ha producido extralimitación alguna». «Por tanto, una vez constatado que el gag forma parte del ámbito del contenido del derecho y que su ejercicio no ha sido extralimitado, ha de concluirse que la conducta de los denunciados está amparada en la libertad de expresión», concluye el juez.
El apunte
Recurso ante la Audiencia de Barcelona
La Fundación Española de Abogados Cristianos ha anunciado en un comunicado que recurrirá ante la Audiencia Provincial de Barcelona el auto que archiva la causa contra los responsables de TV3 que realizaron la parodia de la Virgen del Rocío en el programa 'Està passant'.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, asegura que «aunque aún no tenemos la resolución, estamos completamente seguros de recurrirla porque simplemente pedimos que se respeten nuestros derechos fundamentales, que se respete nuestra fe y que no se nos ataque ni que se nos ridiculice, además en una televisión que pagamos todos, también los católicos».
Castellanos asegura que «desde Abogados Cristianos continuaremos peleando para que no tengamos que plegar nuestros derechos fundamentales al servicio de un secesionismo que está dispuesto a cualquier cosa, incluso a mofarse y a reírse de los católicos, con el único objetivo de que se les permita hacer de todo para que el señor Sánchez pueda ser presidente del Gobierno». En su auto de archivo publicado ayer lunes, el juez considera que la conducta denunciada no es constitutiva de delito y que «la conducta de los denunciados está amparada en la libertad de expresión».