Los operarios del aeropuerto de Barcelona se negaron este jueves a seguir trabajando y, aunque no faltaron a sus puestos, decidieron no ejecutar sus funciones, debido a la conflictividad laboral existente tras la adjudicación del concurso de hangling de Aena. El paro de los trabajadores de tierra en El Prat dejó imágenes tan inusuales como las de los propios pilotos asumiendo la descarga de las bodegas de equipaje de sus vuelos.
Este miércoles por la noche los sindicatos anunciaron que no descartaban convocar una huelga. Ese mismo día se rompieron las negociaciones sobre el convenio colectivo con Swissport, una de las compañías adjudicatarias del concurso. En un comunicado conjunto de UGT, Unión Sindical Obrera y Comisiones Obreras explicaron que «no queda otra que iniciar un proceso de conflictividad hasta las últimas consecuencias». «Iremos al conflicto. Todo o nada. Plata o plomo», aseguraron.
UGT alegó que es una compañía que «lleva años sin cumplir con el convenio del sector» y recordó a Aena la necesidad e importancia de contar con empresas que cumplan con los convenios colectivos como requisito indispensable para optar al concurso. Por ello, se reunirán con las bases de esta compañía para determinar si retoman las convocatorias huelga que ya se han producido durante los últimos meses