Los Reyes han presidido este jueves un multitudinario desfile del Día de la Fiesta Nacional que, como ya es habitual, ha estado marcado por los abucheos al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pese a la distancia que separaba al público asistente de la tribuna de autoridades. La marcha militar quedará en la memoria al ser la primera vez que la Princesa Leonor ha acompañado, vestida con el uniforme militar de gala, a don Felipe y doña Letizia, en el que ha sido su primer acto público después de jurar bandera en la Academia General de Zaragoza el pasado 7 de octubre.
Tanto a la llegada a la Plaza de Neptuno como una vez acabado el desfile, Sánchez ha sido objeto de pitadas, abucheos y gritos de «fuera, fuera» y «dimisión» por parte de algunos de los ciudadanos apostados en los alrededores a una distancia de más de cien metros. También se han podido escuchar consignas como «Que te vote Txapote» o «Puigdemont a prisión» coincidiendo con las negociaciones del PSOE con los independentistas catalanes de cara a una posible investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.
En la marcha, que este año se ha trasladado desde el Paseo de la Castellana al del Prado y Recoletos, han participado 4.177 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, junto a 142 vehículos y 86 aeronaves que han sobrevolado los cielos de la capital. El Ministerio de Defensa ha justificado la nueva ubicación en las obras por la instalación de isletas, semáforos y medianas en la calzada central de Castellana que impedían que la marcha militar transcurriera con normalidad. Los reyes han llegado a la Plaza de Neptuno poco antes de las 11:00 horas y han sido recibidos con honores militares, tras lo cual don Felipe ha pasado revista al Batallón de Honores de la Guardia Real. Posteriormente, los monarcas han saludado a las autoridades, encabezadas por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles.
La parada militar ha comenzado con un salto paracaidista de efectivos de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA) portando la enseña nacional. Este año por primera vez ha saltado una mujer, la cabo María del Carmen Gómez Hurtado, que ya lo hizo en la celebración del día de las Fuerzas Armadas en Granada, en junio pasado. Tras el izado solemne de la bandera, se ha rendido homenaje a los que dieron su vida por España. El rey, acompañado por la Princesa de Asturias, ha depositado la corona. En ese momento, ha comenzado el desfile aéreo en el que han participado 86 aeronaves (57 aviones y 29 helicópteros).
Durante una hora y media, un total de 4.177 militares, 120 vehículos, 33 motos y 210 caballos han recorrido el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos hasta la Plaza de Colón. No ha faltado la cabra de la Legión, que este año ha sido un chivo de nombre Pacoli, que ya desfiló el 12 de octubre de 2019. Los aviones de la Patrulla Águila han abierto y cerrado la parada pintando con humo los cielos de los colores de la bandera de España. Al acto han asistido todos los ministros, excepto la vicepresidenta primera y titular de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la de Igualdad, Irene Montero, que se encuentran de viaje en Marruecos y Chile, respectivamente.
También han acudido todos los presidentes autonómicos, salvo, como viene siendo habitual, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, ambos de viaje oficial, el primero en Bolonia (Italia) y el segundo en Japón. Entre las autoridades se encontraban también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; al alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón; y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, entre otros.