El juez del Juzgado de Instrucción 1, Joaquín Aguirre, ha prorrogado seis meses la instrucción de la trama rusa del 'procés', que implica, entre otros, al exresponsable de relaciones internacionales de CDC Víctor Terradellas; al jefe de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, y al informático Jaume Cabaní.
En el auto, consultado por Europa Press este lunes, han explicado que la prórroga empieza a contar desde que se concluya el actual plazo, el 27 de febrero, y se alargará seis meses más. Además, también ha detallado que debe prorrogarse la instrucción de esta pieza ya que «ésta es la pieza de la que derivan las demás piezas separadas de la llamada 'Operación Voloh', por si resulta necesario practicar más diligencias de prueba comunes a las demás piezas y hasta que no finalicen éstas».
Tras revisar la documentación de la causa, el magistrado asegura que ha encontrado «datos que identifican a personas y confirmarían las estrechas relaciones personales existentes entre algunos de los investigados con individuos de nacionalidad rusa, alemana o italiana», alguno de ellos mientras ocupaban cargos diplomáticos y tenían relaciones con los servicios secretos rusos.
Según el juez, el interés de los investigados era establecer vínculos de «influencia política y económica para la desestabilización de la democracia y la Unión Europea, consecuencias entre las cuales se podría producir la salida de España de la UE por causa de la independencia unilateral de Catalunña apoyada por el gobierno ruso».
Aguirre cree que hay mucha documentación aún por revisar y su intención es profundizar en las relaciones con ciudadanos rusos, uno de ellos, un exdiplomático que se reunió con Puigdemont en la Casa dels Canonges de Barcelona días antes de la declaración unilateral de independencia, el 27 de octubre de 2017.
En el auto también explica conversaciones entre Terradellas y David Madí, exalto cargo de CDC, y otras reuniones de la exdirigente de Junts y persona de confianza de Puigdemont, Elsa Artadi, en el hotel Colón de Barcelona.
Menorquín viajeroUna grabacion que aparece en el nacional nos muestra al juez discolo recibiendo instrucciones del fiscal sobre como llevar un caso. Si trasladamos eso a Europa se pondrian las manos en la cabeza, ya que en teoria las dos figuras nunca deberian ponerse de acuerdo para juzgar cualquier cosa, pero ese comadreo, muy propio de la capital de España, es el contexto ideal para que estos desatinos se produzcan y la constatacion de que en España no hay justicia, hay solamente una voluntad firme de mantener su unidad nacional, ese viejo karma franquista que los jueces se han propuesto defender, aunque esa no sea su mision, para eso hay que pasar por las urnas.